Andalucía es sinónimo de de ferias, tradiciones y alegría. Es sinónimo de un Mediterráneo azul profundo y un sol que parece no esconderse nunca. Toda la alegría y el colorido de su geografía, se refleja en los interiores de las casas andaluzas. Por eso, Livingo, la tienda online de ventas de muebles y objetos de decoración más importante de España, nos propone un interesante viaje al interior de una clásica casa andaluza, donde el olé se respira en cada rincón.
Todo luz y blanco, del exterior al interior
En los pueblos blancos de Málaga, como Benalmádena y Mijas, la tradición manda, y las pequeñas casas de techos bajos, lucen un blanco impecable, solo interrumpido por los vivos colores de las macetas de cerámica y de las flores. El blanco cal es mucho más que una cuestión decorativa, es lo que permite mantener el interior de las casas frescas en el verano.
Al traspasar las puertas de entrada, lo más probable es que nos encontraremos con los típicos patios andaluces, un verdadero oasis de frescura y color, herencia de los antepasados árabes en tierra española. Aquí no faltan las plantas, los helechos, los típicos geranios, las macetas de cerámica coloridas y por supuesto, una fuente, donde el agua fluye eterna y cautivadora.
Decoración interior andaluza: simpleza mediterránea que se recrea con la majestuosidad árabe
No todas las casas andaluces pueden recrear la majestuosidad y belleza de la famosa Alhambra, localizada en la ciudad de Granada, que fuera la residencia del primer monarca nazarí, Mohamed I, en el siglo XIII.
Pero en un salón andaluz, nunca faltarán los nobles muebles de madera, ya sea en la mesa y sillas del comedor, como en las camas de las habitaciones. Y en la cocina y los baños, la mezcla del minimalismo moderno, puede dejar asomar los clásicos mosaicos, muchos de ellos originales, testigos silenciosos del paso de los años y de las tradiciones. Y por supuesto, nunca pueden faltar las alfombras, los faroles de forja marroquí y los detalles en los objetos de decoración en colores mostazas, azules o verdes.
Dónde inspirarse para absorber la esencia de la arquitectura andaluza
Además de los monumentos más emblemáticos, convertidos en Patrimonio de la Humanidad, como la Mezquita de Córdoba o la ya mencionada Alhambra, en Granada, los pequeños pueblos blancos de la sierra malagueña, son un lugar perfecto donde poder inspirarse, para vestir cualquier espacio al estilo andaluz.
Los pueblos de la comarca de la Alpujarra, muy cerca de Sierra Nevada, son un claro ejemplo. Allí, en estos lugares perdidos de la sierra, se escondieron los musulmanes al caer el Reino Nazarí de Granada. De ahí, que lo árabe asome en sus calles estrechas o en sus patios interiores.
El tiempo parece detenerse en estos pueblos blancos de corazón hecho a base de cal, y perderse en sus laberínticas calles es una invitación a un paseo sereno, un verdadero viaje al descubrimiento, donde las tradiciones se viven tanto en el interior como en el exterior de las típicas casas andaluzas.
Porque Andalucía es mucho más que fiestas patronales y ferias. Andalucía es el desgarro en el flamenco, la alegría en los patios sevillanos y el eterno olé que se grita con orgullo, casi como una seña inequívoca de identidad. Y la típica decoración andaluza capta esa esencia, esa tradición, en cada uno de sus detalles.