Por Federico Mayor Zaragoza Cuentan que cuando el Titanic se estaba hundiendo, la orquesta seguía interpretando valses. Al poco tiempo, músicos y bailarines desaparecerían bajo las aguas. Que no suceda lo mismo ahora a escala planetaria. A pesar de innumerables alarmas y llamamientos, la gobernanza neoliberal plutocrática sigue adoptando medidas claramente insuficientes y parciales, cuando se necesitan muy enérgicas, urgentes y conjuntas. Los grandes consorcios siguen acumulando beneficios inmensos y anonadando a la gente en lugar de ser los primeros impulsores del cambio y del despertar ciudadano. Y las “grandes potencias“ no cesan -a pesar de expresar tímidamente su apoyo a las medidas ecológicas y a la aplicación de la agenda 2030- de aumentar las inversiones en armas y gastos militar...