Nuestra buena amiga Carmen Rosado presidenta de la asociación de «Málaga por su Semana Santa y Patrimonio Cultural» nos hace llegar el siguiente articulo. con el cual estamos totalmente de acuerdo y lo compartimos con todos ustedes:
Han pasado dos semanas desde que celebramos la resurrección de Cristo, y en este tiempo hemos podido leer y escuchar muchas opiniones acerca de los balances que se han hecho de la Semana Santa del 2022. Desde cofrades de reconocido prestigio hasta políticos, todos tienen algo que decir. Todos se hacen eco del descontento general, quizás en gran medida amplificado por las declaraciones de Manolo Sarria.
Por lo que parece algunos “acaban de descubrir la pólvora”, perdonen la ironía, pero el problema no es nuevo. En el año 2018 eran muchas las voces que avisaban de todo lo que ha pasado después, aunque claro está, no tenían el altavoz que este año hemos tenido.
Desgraciadamente para el cofrade de toda la vida, ese que además es abonado de sillas y colabora todo el año con su Hermandad, como señalaba Rocío Jurado, “ahora es tarde…” Eruditos y entendidos han repartido sus títulos de expertos y desde sus tribunas y púlpitos proclaman a toda la Málaga cofrade su verdad. Una verdad que no se puede discutir por el resto, que ni sabe ni entiende. Por no saber, no sabe ni moverse en Semana Santa.
El asunto ha alcanzado tal relevancia hasta el punto que un partido político como Unidas Podemos ha presentado una moción en el Ayuntamiento para discutir por la permeabilidad del nuevo recorrido oficial de Semana Santa. Leer en prensa las declaraciones de la señora Porras, en ese Pleno, afirmando que ahora se ve mejor en el recorrido oficial en la Alameda, Marqués de Larios o en la zona norte de la Plaza de la Marina, me hace pensar que o bien desconoce lo que hemos visto en esos puntos o aún peor que pretende tomarnos el pelo con sus declaraciones, que suenan a pitorreo. Cómo en su día el Sr. Alcalde le recriminó a Manolo Sarria que había que estar informado para emitir una opinión, le sugiero a la señora Porras que tome nota.
Quizás uno de los peores males de nuestra sociedad es la poca memoria que tenemos. Lo que ayer era noticia y abría telediarios, hoy ya no importa. Esa es la gran baza de la Agrupación de Cofradías y el Ayuntamiento. El chaparrón pasará, solo hay que aguantar.
Nos han engañado, y que conste que a tenor de las declaraciones que en estos días han hecho los expresidentes de la Agrupación, no se trata de una sensación, como le gusta señalar al Sr. Pablo Atencia, es un hecho.
Seguridad, permeabilidad, visibilidad. Las tres grandes razones que no han parado de repetir, y han provocado el cambio del recorrido oficial de Semana Santa..
Seguridad, seguimos esperando que un técnico en seguridad, no el alcalde ni el presidente de la Agrupación de Cofradías, nos explique como un recorrido en “L” es sumamente más inseguro que un zigzag. Además existe un plan de seguridad para la Semana Santa del 2022, que en boca de nuestros representantes públicos, no conocían ni policía ni bomberos. No hay más preguntas, señoría.
En cuanto a la permeabilidad, solo había que intentar cruzar el centro de la ciudad el domingo de Ramos. Un reto para los malagueños y una misión imposible para los visitantes
Y por último, la famosa visibilidad del nuevo trazado, la cual se suscribe a la Alameda, ya que debido a los aforamientos y tribunas es imposible disfrutar de las procesiones en ningún otro lugar del innovador recorrido.
A todo esto habría que sumar la improvisación, más propia de malos estudiantes que dejan todo para el final. Pregunten a los hosteleros que el jueves previo al viernes de Dolores desconocían que sus terrazas, las que pagan al Ayuntamiento, tenían que ser retiradas, cuando ya habían hecho sus compras para toda la semana. La solución del Ayuntamiento convocar a los hosteleros y a las Cofradías y enfrentarlos. Las Cofradías hacía semanas que habían comunicado horarios e itinerarios al Ayuntamiento. Información que no fue trasladada a los hosteleros. Seguramente sería cosa del mismo funcionario que tenía que trasladar el Plan de Seguridad a la policía y a los bomberos.
Todo muy coherente, todo muy estudiado.
Alguien tendrá que empezar a asumir su parte de responsabilidad, y no sería descabellado empezar por los Hermanos Mayores de las cofradías y su famoso “sí con matices”. Todos han quedado retratados, y ahora es el momento de preguntar a los cabildos, los cuales con un criterio democrático, puedan reprobar las decisiones que se han tomado o bien directamente relevar de sus cargos aquellas personas que ya no los representan. Todos son responsables de la decisión que en su momento tomaron y por lo tanto es hora de rendir cuentas. No todo vale por la pasta.
Capítulo aparte merece la Agrupación, cuya imagen y reputación ha quedado seriamente tocada. Las declaraciones del presidente D. Pablo Atencia el domingo de resurrección fueron desafortunadas, pero sus disculpas del lunes, tras la reunión en el Ayuntamiento, sonaron a guión preescrito. Sin embargo, debo reconocer que admiro su capacidad para resistir y su intención de seguir al frente del ente de San Julián. Seguramente usted sabe algo que los demás desconocemos y que le permite pensar que volverá a ser reelegido en el mes de octubre. Un humilde consejo, no se fie, no sería la primera vez que sus sensaciones le pueden jugar una mala pasada.
Por cierto, un último apunte, la situación de muchos abonados sigue sin solucionarse, y en algunos casos a empeorado respecto a la que tenían en el 2019, aunque parecía imposible. Sr. Alcalde para emitir opiniones hay que estar informado, aplíquese sus propios consejos, y pregunte a la Asociación de Málaga por su Semana Santa, le dará todos los datos. Señores de la Agrupación, al abonado poco o nada le importa el color de las tribunas, lo que sí les importa es tener las sillas, a nombre de un mismo titular, juntas, no una en calle Larios y dos en la plaza de la Marina. Vuelvan a apuntarlo en las mejoras para el 2023, a ver si a la tercera va la vencida.
Son muchos los errores, los actuales responsables se limitan a decir que no hay alternativas, que habría que quitar 8.000 sillas. Los números no salen, hasta para mentir hay que saber ponerse de acuerdo. Permitan el paso a otros, con una nueva visión, la suya no solo está agotada, sino que se ha demostrado que es un fracaso.
Termino con dos refranes, querido lector, “quien siembra vientos, recoge tempestades” y “quien avisa, no es traidor”. Que cada cuál lo interprete como crea oportuno.
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