Esta Superliga pretende imponer un sistema de competición basado en un formato de liga europea cerrada, con un determinado número de equipos, suplantando en cierto modo el papel de la UEFA, por lo que cuenta con la frontal oposición de este organismo.
Franco dijo sobre este proyecto que “puede alterar la esencia del deporte porque en el momento que se crea una liga con clubes invitados que no acceden a ella, en principio, por méritos deportivos estamos por lo tanto adulterando el espíritu del deporte”.
Sin embargo, agregó que “también creo que la UEFA debería repensar el actual modelo y barajar introducir algunos cambios”.