- Ecologistas en Acción-Ciudad de Málaga reclama la restauración de la cuenca del río Guadalhorce para recuperar sus valores naturales como medida de protección frente a las consecuencias del cambio climático.
- Su bosque de ribera, las llanuras de inundación y el propio cauce del río son elementos clave para mitigar los efectos de fenómenos climáticos extremos y preservar la biodiversidad.
- La transformación del río en las últimas décadas debido a la actividad agrícola, industrial y urbana ha degradado su ecosistema y disminuido su capacidad natural de regulación y protección.

Máximos históricos del río Guadalhorce
La provincia de Málaga está muy expuesta a episodios de lluvias torrenciales, cada vez más frecuentes e intensos debido al cambio climático. El último episodio ha tenido lugar esta semana, el martes 18 de marzo cuando el Guadalhorce alcanzó su máximo histórico llegando a 5,46 metros de altura a su paso por Cártama, provocando caos en los transportes de toda la zona, según Diario Sur.
A lo largo de la historia, la población ha sufrido las consecuencias devastadoras de los cambios del uso del suelo de la cuenca hidrográfica del Guadalhorce, los cuales han provocado la pérdida de su capacidad protectora natural. Este hecho evidencia que los servicios ecosistémicos de un río bien conservado aportan grandes beneficios a la sociedad y actúan como una barrera natural ante los desastres climáticos.
Desde su nacimiento en la sierra de San Jorge hasta su desembocadura en el Mediterráneo, el río Guadalhorce está profundamente modificado por la actividad industrial, agrícola y urbana. Esto ha provocado la desaparición de gran parte de sus bosques de ribera, de las llanuras de inundación, del cauce ecológico y de la biodiversidad que un río debe mantener para garantizar su correcto funcionamiento y el equilibrio de los ecosistemas fluviales y, consecuentemente, nuestra propia salud y seguridad.
Los recursos hídricos que aporta el río Guadalhorce son fundamentales para el desarrollo económico y social de la provincia. Son perfectamente compatibles con la restauración de sus bosques de ribera y demás ecosistemas fluviales tan necesarios para aminorar los efectos del cambio climático: “El nuevo Reglamento de la UE para la Restauración de la Naturaleza, aún pendiente de concretar próximamente en el plan español de Restauración, ofrece una oportunidad técnica y económica para apostar por la restauración de los ecosistemas fluviales en los próximos años. Por lo tanto, demandamos a la Junta de Andalucía que promueva la restauración integral de los ríos Guadalhorce y Guadalmedina,” declara Tristán González, portavoz de Ecologistas en Acción-Ciudad de Málaga.
Sin embargo, existen variados proyectos que ponen en riesgo este importante río de nuestra provincia: “Los ríos vivos forman parte de nuestro patrimonio natural. Aportan numerosos beneficios a toda la ciudadanía. Proyectos como la depuradora en la Vega de Mestanza, la presa de Cerro Blanco en Río Grande, el macro proyecto fotovoltaico en la Jara junto al río, la urbanización sobre los Llanos de Matagallar y el hormigonado del Río Guadalmedina suponen un atentado contra entornos naturales de alto valor que son de dominio público,” concluye Tristán González.