El 28 Festival de Málaga otorgó la Biznaga de Oro a la Mejor película Iberoamericana a “El ladrón de Perros” del director chileno, Vinko Tomicic. La película, una coproducción entre Bolivia, Chile, México, Francia e Italia, llegó tras su desarrollo en la Residencia de la Cinéfondation de Cannes y el programa College Cinema de la Biennale de Venecia.

El productor Álvaro Manzano indicó que la combinación de nacionalidades en la financiación hace posible que en Bolivia se realicen películas, ya que no existen fondos públicos ni hay mecanismos para que el sector privado apoye la producción de cine.
El ladrón de perros cautivó al jurado
De las siete películas latinoamericanas que participaron en la sección oficial, “El ladrón de perros”, fue la que cautivó al jurado, es una historia protagonizada por Franklin Aro, en el papel de Martín, un joven lustrabotas. En la vida real Aro realizó está actividad laboral en Bolivia. Su experiencia en el cine es nula, sin embargo traslada su experiencia de vida al papel que interpreta.
Sencillo y con gran honestidad, Aro expresó en conferencia de prensa su alegría de estar en el Festival de Málaga, compartió su experiencia de ser lustrabotas y la situación de menosprecio que viven en Bolivia, razón por lo que se ven en la necesidad de usar pasamontañas.

La película narra la historia de Martín, un huérfano que trabaja como lustrabotas y que decide robar el perro de su mejor cliente, un sastre solitario, protagonizado por el actor Alfredo Castro, por razones personales.
Destaca la fotografía de Sergio Armstron, que captura las calles de La Paz, junto con la dirección de Tomicic muestra los papeles de soledad y dolor que viven los protagonistas. Una sociedad injusta y cómo los adolescentes tienen que enfrentarse ante la pobreza y la lucha por sobrevivir.
El público por 90 minutos conocerá una historia donde el trabajo sonoro está presente en cada secuencia. Al respecto en la conferencia de prensa indicaron que el objetivo fue “reflejar los ambientes sonoros de La Paz, una ciudad un tanto caótica”; y es, ese propio caos, el que transmite una “belleza propia”. También resaltaba “el sonido de las protestas y de los petardos”, sonidos que permiten “que se sienta la ciudad”. El lugar pretende ser “un protagonista más que muestra lo que le pasa al personaje por dentro”, aseguró el productor.
Por su parte, el actor de la película Franklin Aro admitió que “jamás pensó quedar protagonista de la película” pero que estaba muy “agradecido” de poder ser parte de este viaje y de contar esta historia.
Tras su paso por el Festival de Málaga, el filme de Vinko Tomičić Salinas se estrenará en cines el 17 de octubre de 2025.
“El ladrón de perros” seguirá presentándose en diferentes países, llevando la imagen de Bolivia y la situación que viven pobladores y como la sociedad castiga la pobreza. Además de que es una manifestación de la necesidad de encontrar un lugar en la sociedad y principalmente sentirse amado.
Hasta dónde se puede llegar para encontrar la verdad de la existencia.

El trabajo de está película fue largo. Así como la relación con el protagonista que ha ido creciendo desde que lo conocieron hasta que se finalizó el rodaje. El mismo ha sido también quien ha dado aspectos especiales a la película como la situaciones que pasaba él en la escuela y cómo transcurre su día.
El director ha resaltado que hay escenas que han sido una realidad, como fue que un día los echaron de un billar porque Franklin iba vestido de limpiabotas.
Sin duda alguna el cine es la posibilidad de llegar a ciudades y realidades que no se imagina uno. Y es un gran acierto del festival de Málaga haber incluido producciones latinoamericanas. Hay realidades que siguen presentes tan dolorosas como la que exhibió el cine mexicano con “Violentas Mariposas”, donde la injusticia y la falta de autoridades que cumplan con su labor hace de la vida de los jóvenes un suplicio para vivir.