El estudio se presentará el día 28 de marzo de 2025, a las 18:00 horas, en el Centro de Innovación Social ‘La Noria’ de la capital malagueña. La obra, con un total de 1352 páginas, está compuesta por 3 volúmenes, dos de ellos anexos que recogen un inmenso catálogo fotográfico de las 23 especies del género y de multitud de formas híbridas. Esta obra se distribuye en formato digital y en abierto, y no ha contado con ningún apoyo económico para su realización salvo el de los propios investigadores.
Un grupo de naturalistas de Jaén ha publicado un estudio enciclopédico sobre un género de moluscos terrestres endémicos del sureste español, el más emblemático de Europa, de nombre “Iberus”, debido a que su distribución coincide con la de la civilización íbera. Este estudio no ha contado con mecenas alguno ni ayudas de ninguna administración.
La magnitud de este estudio no tiene precedentes en la historia reciente de la investigación zoológica en España, ya que ha supuesto la descripción de 9 nuevas especies (no de caracoles microscópicos, sino de animales de entre 2 y 5 cm), y varias subespecies, todas ellas publicadas en diferentes revistas internacionales punteras en su disciplina.
En las 1352 páginas de las que consta este trabajo, repartidas en tres volúmenes, se recogen detalladamente datos sobre la identificación, distribución y ecología de las 23 especies de caracoles del género Iberus que, según los investigadores, conformarían el género. Entre ellas, se encuentran algunos de los caracoles más grandes de Europa; es el caso de los populares ‘caracoles chapa’, llamados así por la forma aplanada de su concha.
Esta investigación exhaustiva ha permitido a los autores establecer de forma objetiva cuáles deberían ser las categorías de amenaza asignables a estas especies, de modo que algunas de ellas han sido catalogadas como ‘en peligro’ o ‘en peligro crítico de extinción’.
Es tremendamente importante dar a conocer estos hallazgos a la sociedad y a la clase política. Los caracoles son elementos clave de las cadenas tróficas de los ecosistemas mediterráneos porque son alimento de numerosas especies y sus conchas actúan como refugio para la puesta y desarrollo larvario de muchas especies de insectos. Además, se comportan como excelentes sensores de la alteración del hábitat, ya que son muy sensibles a la contaminación por productos fitosanitarios, y al deterioro y la fragmentación de los hábitats por el avance incontrolado de infraestructuras, zonas residenciales y campos de cultivo (siendo especialmente preocupante el caso del olivar).
Hasta ahora, el Dr. José Liétor, coordinador del estudio, se ha dado de bruces con la indiferencia de los responsables políticos con los que ha contactado, incluida la de los gestores de los municipios andaluces donde se han descrito especies únicas. En palabras del investigador: «Esta indiferencia manifiesta una clara dejación de funciones, y confirma lo que todos sabemos, que la gestión de nuestro medio natural no recae en las manos más apropiadas. Pero eso no debe ser impedimento para que los ciudadanos responsables y conscientes de la imperiosa necesidad de conservar nuestro patrimonio natural, sigamos siendo persistentes e incomodando todo lo posible».
Desde especies generalistas hasta especialistas en hábitats desérticos
El género Iberus desafía algunos de los tópicos tradicionalmente aceptados sobre los caracoles. Uno de los más destacados es la idea de que estos moluscos deben habitar ecosistemas con un nivel razonable de humedad ambiental. Sin embargo, en el desierto de Tabernas encontramos al Iberus xerophilus, un caracol de aproximadamente 3 cm que ha logrado adaptarse al hábitat más extremo de toda la Península Ibérica. Aparte de su costumbre de enterrarse bajo las matas de esparto, desconocemos qué otros mecanismos biológicos y fisiológicos emplea para sobrevivir en estas condiciones adversas. Es posible que dichos mecanismos encierren aplicaciones industriales o farmacológicas de notable interés.
Aunque algunas especies de Iberus tienen distribuciones muy extensas, llegando en el caso de Iberus alonensis a recorrer todo el Levante, partiendo del norte de Murcia, hasta alcanzar Cataluña, Navarra y la Rioja, diversas especies son endémicas de pequeñas sierras, a menudo con distribuciones limitadas a unos pocos kilómetros cuadrados. Esta exclusividad otorga singularidad a los enclaves donde habitan y representa una gran responsabilidad para quienes participan en la conservación de la biodiversidad.
En la presentación, los investigadores nos hablarán, entre otras cosas, de las nuevas especies que han descrito en la provincia de Málaga, como Iberus antikarianus (Antequera y Archidona), Iberus polymorphicus (Torcal de Antequera), con una concha altamente variable, o Iberus axarciensis (Axarquía malagueña). ¿No sientes curiosidad?
Puede accederse al estudio completo en el enlace: www.conchbooks.de/book-iberusmanual
