El 28º Festival de Málaga acoge mañana el estreno de DE TODOS LADOS UN POCO, ópera prima en la dirección documental del actor Alex O’Dogherty, en la que desarrolla una fascinante travesía en busca de las raíces migratorias de su apellido. A través de esta exploración, la película plantea una profunda reflexión sobre la identidad, la pertenencia a un lugar y las desigualdades que existen en función del origen y el color de piel.
Alex O’Dogherty ha pasado toda su vida deletreando su apellido, una realidad compartida por millones de personas en todo el mundo que han nacido en un país con un apellido extranjero. Muchos de ellos, con un aspecto distinto a la mayoría de sus compatriotas, se enfrentan a la pregunta de si son «menos de allí» por esa razón.
Para responder a esta y otras cuestiones, Alex reúne en DE TODOS LADOS UN POCO a cuatro compañeros de profesión con apellidos poco comunes en España: Emilio Buale, Vicenta N’Dongo, Alberto Jo Lee y Maika Makovski, a quienes O’Dogherty llama «El Club de los Apellidos Raros». A través de sus testimonios, el documental aborda temas como la migración, la adaptación cultural, el sentimiento de pertenencia y el racismo, preguntándose cuántas generaciones deben pasar para que alguien sea considerado plenamente parte de su lugar de nacimiento.
Alex O’Dogherty & Iván Karras
El viaje de Alex, parte de la investigación que inició su padre Luis, a quien en gran medida rinde homenaje en esta película, y lo lleva a trazar su genealogía hasta figuras históricas como Niall the Great (378), Cahir O’Dogherty (1590), “el último gran regidor irlandés”, y Sean O’Dogherty (1777), héroe de la Batalla de Sampaio.
En su búsqueda, visita a familiares en México, descendientes de un hermano de su abuelo que emigró durante la Guerra Civil Española, y asiste a la reunión mundial de O’Doghertys en Buncrana, Irlanda, donde se encuentra con parientes de todo el mundo. El documental también incluye entrevistas con «O’Doghertys por el mundo» mediante videollamadas con personas de Guatemala, Argentina, Australia y EE.UU.
Así, desde lo particular, DE TODOS LADOS UN POCO termina transformándose en una obra que explora las raíces de la humanidad y la importancia de comprender el pasado para construir un futuro más tolerante. La película, en este sentido, busca no solo contar una historia personal, sino abrir un diálogo sobre la importancia de la empatía y el respeto en una sociedad cada vez más diversa.