Luego de que pasaran solo 24 horas de que Estados Unidos y Ucrania anunciaran una propuesta de alto el fuego de 30 días y de esta manera iniciar el camino para poner fin de manera definitiva a la invasión rusa del país europeo, las tropas ucranianas se han retirado de gran parte de la región rusa de Kursk, que habían ocupado hace siete meses.
La noticia fue informada oficialmente por la Guardia Nacional Rusa y cabe destacar que esta ocupación era la principal herramiento de presión con la que contaba Kiev de cara a unas futuras negociaciones.
Ucrania expresó su disposición a aceptar la propuesta de EEUU de declarar un alto el fuego inmediato de 30 días que puede extenderse con el acuerdo mutuo de las partes y que está sujeto a la aceptación y consiguiente implementación por parte de Rusia .
Esto ocurrió después de una reunión de más de 9 horas entre ambos países en Jeddah (Arabia Saudí). Cabe destacar que los encuentros continúan y las delegaciones de Ucrania y Estados Unidos, lideradas por Andrii Sybiha y Marco Rubio, podrán traer más negociaciones de paz.
Entre los puntos del acuerdo, Estados Unidos se ha comprometido a devolver la ayuda militar y el suministro de información a los militares ucranianos, una decisión que se había revocado después del tenso encuentro entre Volodimir Zelenskiy y Donald Trump en la Casa Blanca.
Otros puntos del acuerdo fueron el pedir una reunión con la Unión Europea en el proceso de paz y la de llevar a cabo “medidas humanitarias” durante los 30 días.
Volodimir Zelenskiy ha emitido un comunicado en el que señala todo lo que piden para que el alto el fuego sea factible: “Ucrania propuso tres puntos clave: silencio en los cielos, detener los ataques con misiles, bombas y drones de largo alcance; silencio en el mar; medidas reales de fomento de la confianza en toda esta situación, en la que se está llevando a cabo la diplomacia, lo que significa principalmente la liberación de prisioneros de guerra y detenidos, tanto militares como civiles, y el regreso de los niños ucranianos que fueron transferidos por la fuerza a Rusia”.
El Ejército ucraniano había perdido en los últimos diez días casi 200 kilómetros cuadrados de territorio en Kursk, donde protagonizaron en agosto del pasado año la primera invasión de territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial.
Su pérdida de terreno coincidió con la decisión de Estados Unidos de suspender los suministros de armamento y dejar de compartir datos de Inteligencia con Kiev.