El próximo viernes 7 de marzo a las 19.00 h., la plataforma de Iglesia por el Trabajo Decente de la Diócesis de Málaga, convoca a la celebración de una Vigilia de Oración en la parroquia de Stella Maris para seguir pidiendo por la igualdad de mujeres y hombres en la sociedad y en la Iglesia.
Las mujeres siguen estando, por culpa de una sociedad patriarcal, bajo la lacra del desempleo, la brecha salarial, la temporalidad en sus trabajos y en su participación en la toma de decisiones dentro de las empresas. Esta situación se agrava en las mujeres migradas racializada.
Día de la Mujer
Este día, que comenzó como El Día Internacional de la Mujer Trabajadora, recuerda a las mujeres que, en 1875, el 8 de marzo, en una fábrica textil de Nueva York protestaron y se manifestaron contra la desigualdad salarial respecto a sus compañeros. En dichas protestas acabaron perdiendo la vida 120 mujeres. La búsqueda de la igualdad de género ha sido una constante desde finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX y XXI.
Desde la plataforma Iglesia por el Trabajo Decente (CARITAS, CONFER y HOAC) y bajo el lema “Por Ti por Mí, Trabajo Decente” recordamos la lucha incansable de las mujeres por la igualdad, la justicia y su reconocimiento en todos los ámbitos. Ante el papel de cuidadora, que tradicionalmente se ha asignado a las mujeres, es necesario que las cargas de los cuidados se redistribuyan equitativamente y que se promuevan políticas de conciliación laboral y medidas que fomenten la igualdad real, en el hogar, el trabajo, la sociedad, la iglesia y la política.
Lograr una igualdad real permitirá el bienestar general de toda la sociedad. La desigualdad no sólo no es ética y atenta contra el plan de Dios, sino que tampoco es rentable. Hay que invertir en igualdad como acto de justicia social y de búsqueda del bien común y la justa distribución de los recursos.
Pedimos que se nos reconozca, como mujeres, la validez en los puestos de trabajo, de representación y responsabilidad, en vez de tener que estar haciendo siempre un sobreesfuerzo ante quienes no cambian hacia una mentalidad igualitaria. Que se de cada un acceso igualitario a una educación de calidad desde la formación básica, la profesional y la universitaria, sin que se asignen desde el principio una brecha de género que, a las mujeres, las vincula a la formación relacionada con los cuidados.
Es fundamental que los gobiernos, las empresas y la sociedad colaboremos en esas políticas igualitarias para que cada mujer tenga la oportunidad de promover un proyecto de vida libremente elegido.
Iglesia por un Trabajo Decente
Una mención especial merece las reivindicaciones de la mujer dentro de la Iglesia. Personas que desde la “Revuelta de Mujeres en la Iglesia” y desde otros ámbitos exigen cambios para que se reconozca el compromiso activo que desarrollan en ella y se pase a poder participar más activamente en sus estructuras y en la toma de decisiones.
Como nos recuerda el Sínodo sobre la sinodalidad en su documento final: “En virtud del Bautismo, hombres y mujeres gozan de igual dignidad en el Pueblo de Dios. Sin embargo, las mujeres siguen encontrando obstáculos para obtener un reconocimiento más pleno de sus carismas, de su vocación y de su lugar en los diversos ámbitos de la vida de la Iglesia, en detrimento del servicio a la misión común…” (n 60).
