Reflexiones
El mes de marzo es un tiempo de transición y renacimiento. Es el mes en el que la naturaleza despierta con la llegada de la primavera, el momento en que la luz gana terreno a la oscuridad y, simbólicamente, en el que se celebran múltiples jornadas internacionales que nos recuerdan aspectos fundamentales de nuestra existencia y de nuestra historia. Entre ellas, destacan el Día de los Bosques, la Hora del Planeta, el Día Mundial del Síndrome de Down, el Día de la Mujer, el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas, entre muchas otras.
La Importancia de Recordar y Conmemorar
Estos días internacionales cumplen una función clave: nos invitan a reflexionar, a tomar conciencia y, sobre todo, a actuar. En un mundo en constante cambio, donde la información fluye rápidamente y la memoria colectiva tiende a desvanecerse con el tiempo, estos recordatorios son esenciales para no perder de vista luchas, derechos, avances científicos, problemas sociales y causas que requieren nuestra atención.
Sin embargo, surge un dilema. ¿No corremos el riesgo de que la multiplicidad de estas jornadas diluya su impacto? ¿No debería cada una de estas luchas y conmemoraciones ser una preocupación constante en lugar de concentrarse en un solo día del calendario? Este es el conflicto de intereses: la necesidad de recordar versus la banalización de la memoria.
Para estructurar este análisis, agruparemos estos días en tres bloques temáticos que, a pesar de parecer disímiles, están entrelazados por un elemento en común: la poesía como vehículo de reflexión y denuncia.
Primer Bloque: Naturaleza y Medio Ambiente
Marzo es un mes clave para la conciencia ecológica. El Día Internacional de los Bosques (21 de marzo) nos recuerda la importancia de estos pulmones verdes para la vida en la Tierra, mientras que la Hora del Planeta (último sábado de marzo) nos invita a reflexionar sobre nuestro consumo energético y la crisis climática. La llegada de la primavera simboliza el renacimiento de la naturaleza y la Tierra misma nos exige una mayor responsabilidad para con ella.
La poesía, a lo largo de la historia, ha sido un puente entre la humanidad y la naturaleza. Desde los poemas bucólicos de la antigüedad hasta los versos contemporáneos sobre el cambio climático, la literatura nos recuerda nuestra conexión inquebrantable con el entorno y la necesidad de protegerlo.
Segundo Bloque: La Salud y la Inclusión Social
En este mes también se conmemoran el Día Mundial del Síndrome de Down (21 de marzo) y el Día de la Salud Mental del Adolescente. La inclusión, el derecho a la diferencia y el bienestar emocional son temas que deben ocupar un lugar central en nuestras sociedades. La adolescencia es una etapa crucial en el desarrollo humano, y los desafíos de salud mental han adquirido especial relevancia en la era digital.
Aquí la poesía juega un papel crucial. La literatura ha sido un refugio y un medio de expresión para quienes han sentido el peso de la exclusión. Los versos de quienes han sufrido discriminación o quienes han encontrado en las palabras un modo de sanar su mente y espíritu nos recuerdan que la empatía y la inclusión deben ser prácticas diarias.
Tercer Bloque: La Mujer y el Derecho a la Verdad
Marzo es, sin duda, el mes de la mujer. El Día Internacional de la Mujer Trabajadora (8 de marzo) es una jornada de lucha y reivindicación por la igualdad de derechos, la justicia y el reconocimiento del papel de la mujer en la sociedad. A esto se suma el Festival Grito de Mujer, un evento global que fusiona arte y protesta para visibilizar las voces femeninas en la literatura y la cultura.
De manera paralela, el 24 de marzo se conmemora el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas. Este día nos recuerda que el silencio no puede ser la respuesta ante la injusticia y que el conocimiento de la verdad es un paso fundamental hacia la justicia y la reparación.
La poesía ha sido un grito de denuncia en este sentido. Poetas como Alfonsina Storni, Gabriela Mistral o Alejandra Pizarnik han usado la palabra como un arma para visibilizar las luchas de las mujeres. En el ámbito de los derechos humanos, la poesía ha sido un refugio para quienes han sufrido persecuciones y un medio para exigir memoria, verdad y justicia.
Conclusión: Marzo como un Recordatorio Constante
La convergencia de estas fechas en marzo no es una coincidencia, sino una oportunidad para reflexionar sobre los grandes desafíos que enfrentamos como humanidad. La ecología, la inclusión y la lucha por los derechos humanos no son cuestiones aisladas, sino eslabones de una misma cadena que define el presente y el futuro de nuestra sociedad.
Más allá de los días marcados en el calendario, estas causas deben mantenerse vivas en nuestra memoria y acciones cotidianas. La poesía nos permite entretejerlas en una narrativa que nos conecta, nos sensibiliza y nos impulsa a actuar. Así, marzo no es solo un mes de conmemoraciones, sino una invitación a construir un mundo más justo, sostenible e inclusivo, donde la memoria y la verdad sean un hecho y no una lucha pendiente.
@María José Luque Fernández
@Imagen Pinterest
