Se trata de un malagueño injustamente olvidado e ignorado, enmarcado en la generación del 27 y en la Residencia de Estudiantes, que desempeñó funciones de archivero, bibliotecario, articulista, historiador del arte, crítico, documentalista, aparte de su capacidad como poeta notorio, dibujante y magnífico pintor, incluso podemos decir de él que fue un científico frustrado que tras estudiar cuatro años de Química en Alemania decidió que su vocación vital eran las letras, lo que demostró estudiando Arte en la Universidad de Madrid y ganando las oposiciones a Archivos, Bibliotecas y Museos.
Había nacido en Málaga en 1887 en el seno de una familia de comerciantes en vino con abolengo local, estudiando sus primeras letras en el Colegio de San Rafael y en el de San Agustín, y los primeros cursos de bachillerato en el Colegio de los jesuitas en el Palo de donde fue expulsado por dibujar caricaturas de los profesores, terminando el último curso por libre.
Con el objeto de que se dedicara a analizar los vinos de la industria familiar fue enviado en 1904 a estudiar química a la Universidad de Friburgo en Alemania, visitando Francia, Italia e Inglaterra, lo que le dio la oportunidad de descubrir a los grandes autores alemanes (Zweig, Rilke, Goethe, Heine, Schiller, etc.) y universales (Baudelaire, Verlaine, Poe, Leopardi, etc.). Al volver a Málaga en 1909 se integró con un grupo de amigos de la “bohemia” artística local en la que estaban Emilio Prados, Manuel Altolaguirre, José María Hinojosa, José María Souvirón y Alberto Jiménez Fraud, con el que hizo una gran amistad, editando las revistas “Gibralfaro”, “Ambos”, “Vida gráfica” y sobre todo la famosísima “Litoral”.
Ya en Madrid, se puso en contacto con Giner de los Ríos que le abrió las puertas del Centro de Estudios Históricos dedicándose a la paleografía y estudiando arte en la Universidad de Madrid y acoplándose a la Residencia de Estudiantes que dirigía su amigo Alberto Jiménez Fraud. En 1921 aprobó las oposiciones a Archivos, Bibliotecas y Museos, comenzando a trabajar en el Real Instituto Jovellanos de Gijón y posteriormente fue trasladado a la Biblioteca de la Facultad de Farmacia de Madrid. Había publicado ya tres libros de poesía (“Garba”, “El pasajero”, prologado por Ortega y Gasset, y “Evoluciones” en la que se aprecia una tendencia al simbolismo que presagia a Lorca) y trabajaba en la editorial Calleja publicando una monografía sobre “Velázquez”, “El diálogo de la lengua de Juan de Valdés” y la poesía de Espronceda y el teatro de Lope de Rueda.
En 1925, como pintor, junto con Benjamín Palencia y Alberto Sánchez Pérez participa en la Exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos que se celebró en el Parque del Retiro de Madrid. Su primera exposición individual fue en 1927 (en el salón Chrysler), y la segunda en 1928. Dictó conferencias, escribió en periódicos e incluso publicó una obra de teatro en 1924. Fue el primer crítico y analista de arquitectura formando parte de la Revista de Arquitectura de la Escuela de Arquitectura de Madrid desde 1927. Nombrado director del Archivo General de Palacio en 1931 llevando a cabo trabajos de investigación sobre los bufones que pintara Velázquez y que publicaría en México en 1939 (“Locos, enanos, negros y niños palaciegos”).
En 1917 había muerto de tuberculosis su novia Felisa con la que convivía en Madrid y cuyos amores relató en “Patrañas” que publicó en 1921. En 1926 conocería a la joven judía norteamericana Florence, musa de su obra “Jacinta la pelirroja”, publicada en 1929, con la que las diferencias de religión, edad y estatus le impidieron casarse pese a ir a Nueva York a pedir su mano. Más tarde ya en México se casaría con Consuelo Antúnez viuda de su amigo Gerardo Estrada, diplomático que lo invitó a que se trasladara a su país al que llegó en 1937, y con la que tuvo a su hijo José Moreno Nieto, fuente de inspiración de su poesía posterior.
En México expuso en la Galería de Arte Mexicano en 1940 y 1943, y en la Exposición Internacional de Surrealismo en 1943. Contactó con los intelectuales españoles exiliados publicando la tercera época de la revista “Litoral” con Altolaguirre, Prados, Rejano y Giner de los Ríos. Realizó varios estudios sobre el arte mexicano que publicó en “Cornucopia de México” en 1940, también publicó obras nostálgicas sobre su exilio como “Puerta Severa” 1941, y “La noche del verbo” de 1942, y en 1944, tras sufrir una grave enfermedad, publicó su biografía “Vida en claro” que dedicó a su hijo.
Falleció en México en 1955 a 68 los años de edad.
Jesús Lobillo Ríos
Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena
“benaltertulias.blogspot.com”