La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, rubricó este viernes un acuerdo con CCOO y UGT, pero sin la patronal, para reducir la jornada laboral de 40 a 37,5 horas y media, una medida sobre la que Díaz insistió en que se aprobará en 2025, aunque los sindicatos se mostraron conscientes de que el texto puede sufrir modificaciones durante la compleja negociación parlamentaria que le espera.
El pacto fue rubricado por la propia Díaz con los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, respectivamente, en un acto en el que la vicepresidenta segunda señaló que este “no es un acuerdo más”, sino “un avance civilizatorio que hace progresar a nuestro país”.
Con este texto, la ministra proclamó que se recoge el “testigo” de quienes generaciones atrás lucharon por los derechos laborales. “Escribimos una nueva página en el libro de las grandes conquistas laborales de nuestro país”, añadió Díaz, quien aventuró que esta medida se estudiará en universidades de todo el mundo.
Reconoció que han sido casi 12 meses de negociaciones complicadas y “tediosas”, con “interrupciones” en los diálogos, mientras de los líderes de UGT y CCOO, elogió que “siempre están donde hay que estar”.
La vicepresidenta segunda puso en valor que la reducción de la jornada “es un derecho” para los trabajadores de las actividades más precarias, sobre todo para mujeres, tras 40 años sin recortar el tiempo legal máximo de trabajo en los que la productividad ha crecido con fuerza y, en cambio, no se ha reforzado su reparto.
“Para esto merece la pena estar en política. Me lo han enseñado en mi casa”, aseveró Díaz, quien advirtió de que “la juventud no quiere más salarios, sino que quiere más tiempo de vida”. Asimismo, destacó que “este acuerdo no surge de la nada”, pues es “resultado” de un clamor social “imparable”. “El consenso social es el de la calle”, enfatizó.
A los trabajadores a tiempo parcial les dijo que les “vamos a incrementar sus derechos y sus salarios” y “vamos a cumplir” con los mandatos europeos sobre su situación. También recordó que el acuerdo regulará la desconexión digital, “porque de nada sirve” reducir la jornada si el jefe puede contactar en todo momento con el trabajador. Igualmente, subrayó que se va a reforzar el control de jornada y se van a aprobar sanciones individualizadas por cada empleado afectado por vulneración de su jornada.
TENSIÓN CON CUERPO
Del mismo modo, mantuvo que la reducción de la jornada se producirá en 2025, “tal y como está” contemplado en el acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Sumar.
Precisamente, la escenificación de este pacto tuvo lugar en un contexto no solo marcado por la ausencia de CEOE y Cepyme, que en noviembre dijeron ‘no’ a la medida tras 11 meses de negociaciones, sino también por una creciente tensión entre el Ministerio de Trabajo y el de Economía, pilotado este último por Carlos Cuerpo.
Díaz explicitó este jueves, en una entrevista en La Sexta recogida por Servimedia, el disenso creciente con Cuerpo, quien apuesta por una reducción de la jornada gradual y teniendo en cuenta especificidades de determinadas actividades. La líder de Sumar en el Ejecutivo se mostró “sorprendida” por qué “a estas alturas el Partido Socialista diga que no quiere cumplir con el acuerdo de Gobierno de nuestro país”. Además, señaló que ella pensaba que como se “había marchado” Nadia Calviño de Economía para dirigir el Banco Europeo de Inversiones (BEI), “las cosas iban a cambiar en el Gobierno de España”.
El texto afronta ahora diferentes trámites legislativos para pasar posteriormente por el Consejo de Ministros y, tras ello, dará comienzo un complejo proceso parlamentario, pues el Gobierno no tiene por el momento atado el apoyo de Junts ni del PNV, ni el del PP, al que Yolanda Díaz presiona recordándole que en muchas ocasiones se ha erigido como el “partido de los trabajadores”.
POSIBLES CAMBIOS
Por parte de los sindicatos, el secretario general de CCOO asumió que el texto puede “sufrir cambios” por la negociación parlamentaria y que “CEOE va a jugar su papel” con los partidos, por lo que la medida podría ser bloqueada. “Vamos a hacer seguimiento de esa actividad de CEOE para contrarrestarla”, agregó Sordo, quien se abrió a un escenario de varios meses con “propuestas regresivas” en los que los sindicatos podrían llevar a cabo movilizaciones.
Además, apuntó que “este es un acuerdo ambicioso” y “completo” y no es “de mínimos” como afirma que ha leído “en algunos sitios”. A su juicio, contribuirá a crear empleo y a mejorar la productividad porque se va a favorecer a las empresas mejores que no apuestan por condiciones laborales de “miseria”.
En su intervención, dijo que el texto beneficia especialmente a los empleados a tiempo parcial y puso el foco en la importancia de que se refuerce el control de jornada. “Lo voy a decir claramente: en el siglo de la inteligencia artificial no es de recibo que sepamos si hay agua en una piedra de Marte y no sepamos evaluar si una empresa que trabaja de cara al público cumple con los horarios de los trabajadores”, ironizó Sordo.
MUCHÍSIMO MÁS VALOR
Por su parte, el secretario general de UGT reconoció que el pacto con CEOE y Cepyme dentro “tendría muchísimo más valor” pero recordó que ha habido un tiempo “larguísimo” de negociaciones y no ha sido posible el acuerdo. Se mostró consciente de que en las negociaciones parlamentarias puede haber modificaciones, aunque evidenció su deseo de que se alcance un gran consenso. “Nadie debería perderse la fiesta que va a representar para millones de trabajadores y trabajadoras un acuerdo de estas características”, conminó Álvarez. Eso sí, incidió en que para UGT las 37,5 horas son “una parada” para la “meta” de las 32 horas semanales.
Pidió también a los partidos que “sean claros” a la hora de exponer sus condiciones y resaltó que en enero se retomará la ronda de contactos por parte de CCOO y UGT con las formaciones políticas, como ya hicieron con Sumar, Bildu y PNV. Álvarez también se ha visto con Carles Puigdemont, de Junts, pero sin Sordo.
En su alocución, el máximo responsable de UGT se congratuló de que se vaya a regular el derecho a la desconexión digital, porque contribuirá a reducir el estrés y, en consecuencia, los problemas de salud mental, que están detrás de parte del absentismo laboral por el que la patronal ha mostrado su preocupación.
Álvarez arropó también a Díaz, en medio de las tensiones que ella afronta con el ministro Carlos Cuerpo por el modo en que se debe aplicar la reducción de la jornada. Reconoció que Sumar lo incorporó al Gobierno y por tanto ya es de su “conjunto desde el momento en que se asume” y advirtió de que ya forma parte de los “anhelos” de los empleados.
Finalmente, explicó que van a trabajar para que se apruebe la medida en esta legislatura y avisó de que si hay quienes la bloquean y no es posible que llegue a buen puerto, retratarán a quienes causen ese perjuicio a los trabajadores.
(SERVIMEDIA)
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