En las últimas décadas, la medicina preventiva se ha vuelto tan reconocida que ha llegado a ser considerada como un enfoque fundamental para mejorar la salud pública y reducir la carga de enfermedades crónicas. A diferencia de la medicina tradicional, que se enfoca en tratar las enfermedades en el momento en que ya han sido diagnosticadas, la medicina preventiva busca intervenir y actuar antes de que uno pueda percibir problemas en la salud, esto con el objetivo de prevenir de enfermedades antes de que puedan presentarse, o al menos, retrasar su desarrollo, de esta forma. Se promueve un estilo de vida más saludable en el que los hábitos juegan un papel importante, al igual que nuestra alimentación, hay personas que utilizan como suplemento productos de nutrición en su dieta para poder contribuir y reforzar el autocuidado para la prevención de enfermedades y mantenerse con buena salud, contribuyendo a su vez a una disminución de costos del sistema de salud a largo plazo.
La prevención primaria
La medicina preventiva se divide en varias categorías en la que la prevención primaria es la más directa, su objetivo es la reducción de factores de riesgo antes de que las enfermedades puedan desarrollarse. Entre las estrategias más importantes de la prevención primaria se encuentran:
- Alimentación saludable: El tener una dieta equilibrada que es rica en frutas, verduras, proteínas y grasas saludables te genera un pilar para prevenir enfermedades crónicas, además, ayuda a mantener un peso corporal adecuado, y permite controlar los niveles de colesterol y prevenir la hipertensión.
- Ejercicio físico regular. Realizar actividad física no solamente mejora la condición física en general, sino que también juega un papel importante en la prevención de enfermedades como la obesidad, las enfermedades cardiacas y la diabetes tipo 2.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco. Fumar y consumir alcohol de manera excesiva son factores de riesgo muy fuertes para diversas enfermedades, por ejemplo, el tabaquismo puede llevarte a varios tipos de cáncer, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, mientras que el consumo en grandes cantidades de alcohol puede afectar el hígado, el cerebro y el sistema cardiovascular.
- Control del estrés y salud mental. Aunque no lo parezca, el manejo del estrés y el cuidado de la salud mental también son fundamentales en la prevención primaria. Técnicas como la meditación, la terapia y el ejercicio pueden ayudarte a reducir los efectos negativos del estrés crónico que puede llegar a tener sobre el cuerpo y la mente.
La prevención secundaria
Este se refiere a la detección temprana de las enfermedades antes de que puedan manifestarse gravemente. Se basa en realizar exámenes de manera periódica para identificar problemas de salud en sus etapas iniciales, que es cuando es más fácil de tratar y curar.
La prevención terciaria
Se enfoca en evitar las complicaciones y el progreso de enfermedades ya diagnosticadas y, si bien se refiere a los pacientes que ya han sido diagnosticados con alguna enfermedad, se busca mejorar su calidad de vida para prevenir el empeoramiento de su condición.
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