El Palacio de Bellas Artes de México celebra el 90 aniversario de este espacio, el primer museo de arte en México inaugurado el 29 de noviembre de 1934. A finales de noviembre cumple 90 años de mantener un programa de exposiciones temporales de artistas de diferentes regiones de México y el mundo, además, de contar con un sello editorial que difunde las investigaciones más relevantes en torno al arte nacional e internacional y ofrece actividades para todo público.
Desde su inauguración, y hasta la fecha, ha exhibido 1,298 exposiciones en total. Además, cuenta con una Colección Permanente de 18 murales que agrupa, en un solo sitio, el trabajo de artistas como: José Clemente Orozco, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo, Jorge González Camarena, Roberto Montenegro, Manuel Rodríguez Lozano y, recientemente, Rina Lazo.
Este proyecto inicial tomaba como punto de partida la pintura y la escultura española y novohispana, e incluyó una selección de arte decimonónico mexicano hasta los primeros años del siglo XX.
En 1947, aprovechando la creación del Instituto Nacional de Bellas Artes, el museógrafo y promotor cultural Fernando Gamboa y los pintores Julio Castellanos y Julio Prieto modificaron el proyecto y su nombre cambió a Museo Nacional de Artes Plásticas, el cual incorporó un nutrido programa educativo y un vasto plan de publicaciones que promovía la riqueza artística nacional. En 1958, el espacio se configuró como Museo Nacional Moderno con la idea de hacer de México un centro difusor del arte en América Latina.
Su colección nutrió los acervos del nuevo sistema de museos en México compuesto por recintos como el Museo de Arte Moderno, la Pinacoteca Virreinal, el Museo Nacional de San Carlos y el Museo Nacional de Arte. Desde entonces, el Museo se ha posicionado como la principal plataforma de exhibición de artistas nacionales y extranjeros a través de sus exposiciones temporales.
De la enorme colección que albergó durante la primera mitad de su historia, el Museo del Palacio de Bellas Artes actualmente exhibe de forma permanente diecisiete obras murales ejecutadas por siete artistas mexicanos entre 1928 y 1963.
Asimismo, mantiene un intenso programa de exposiciones temporales, cuenta con un sello editorial que difunde las investigaciones más relevantes en torno al arte nacional e internacional y ofrece una gran cantidad de actividades para todo tipo de público.
Su edificación se divide en tres etapas que marcan la transición de la época porfiriana al México posrevolucionario: inicio de la construcción según el proyecto de Adamo Boari (1904-1916), suspensión de las obras y acondicionamiento como espacio de usos múltiples (1917-1929), y reanudación y conclusión bajo la dirección de Federico Mariscal (1930-1934).
En la primera etapa se realizó la cimentación y la instalación del esqueleto metálico con su posterior recubrimiento de mármol. Para la decoración de las fachadas, Boari siguió los parámetros del art nouveau y contrató a los italianos Leonardo Bistolfi, Domenico Boni y Gianetti Fiorenzo para realizar distintos grupos escultóricos. Por su parte, el húngaro Géza Maróti diseñó el remate de la cúpula central, así como la cortina de cristal, el mural en mosaico y el plafón que se encuentra en el teatro. El plazo para terminar las obras era de cuatro años; sin embargo, debido al hundimiento de la estructura y al estallido de la Revolución mexicana, los trabajos se postergaron durante varios años más.
El festejo se llevará a cabo en el área de murales del museo e iniciarán con la charla Alan Glass, Surrealismo y el Huevo cósmico a cargo de dos de los co-curadores de la muestra: la historiadora del arte estadounidense Abigail Susik y Xavier de la Riva, quienes dialogarán sobre el símbolo del huevo como entidad innata para el surrealismo y su presencia
en las obras de Alan Glass.
Habrá un concierto con la Big Band Jazz del Instituto de la Juventud, conformada por jóvenes provenientes de distintas alcaldías de la Ciudad de México que ejecutarán
temas de jazz y versiones de canciones populares. Se suma la charla Conjugar en futura, un diálogo sobre el futuro del MPBA para regenerar, recuperar, reconstruir, deconstruir, descentralizar, renovar, incluir y repensar la potencialidad del museo y su relación con el arte, la cultura y las comunidades.
Los visitantes podrán disfrutar de las actuales exposiciones: Ángela Gurría. Señales, un acercamiento meticuloso e innovador al trabajo de la escultora mexicana, pionera de la escultura pública y monumental, así como Alan Glass.