Mediante lo que se conoce como “plasticidad cerebral”, los profesionales de la fisioterapia pueden utilizar la neurorehabilitación para desarrollar procesos de recuperación motora, física y cerebral de sus pacientes.
La neurorehabilitación, a menudo conocida como rehabilitación neurológica, es un proceso complejo, porque no solo involucra la terapia física que busca devolver las capacidades motoras a los pacientes, sino que busca que la propia plasticidad cerebral pueda “reaprender” nuevos patrones funcionales que en último grado permitan tener una calidad de vida plena, hasta donde la recuperación lo haga posible.
¿En qué casos se practica la neurorehabilitación en adultos?
Este tipo de tratamientos especializados forman parte de los servicios que ofrecen los profesionales de fisioterapia neurológica en Málaga, y siempre se pueden asociar a aquellas enfermedades que han generado traumas o deterioros cerebrales considerables, y que a partir de los mismos pudieran haber afectado también a las capacidades motoras.
Por esa razón, es común que se hable de rehabilitación neurológica en casos como los de los accidentes cerebrovasculares, trastornos neuromusculares, enfermedades degenerativas relacionadas como pudiera ser el Párkinson, Alzheimer o la esclerosis múltiple; trastornos como la epilepsia e incluso los vértigos, así como también en los traumatismos graves y en infecciones como la meningitis y la encefalitis.
En todos esos casos, será necesario contar con un profesional que conozca la fisioterapia de rehabilitación neurológica, porque todos los procesos de mejoría del paciente estarán siempre determinados por la capacidad del profesional para aprovechar la plasticidad cerebral como lienzo en blanco desde el cual partir para enseñar nuevamente al paciente a dominar sus capacidades motoras, funcionales y cerebrales.
¿Qué se busca lograr con la neurorehabilitación?
Es evidente que no solo hace falta contar con un servicio de fisioterapia neurológica en adultos para lograr una recuperación exitosa. Suelen participar otros profesionales, desde psicológicos hasta cirujanos, y esto tiene que ver con que cada paciente será un caso distinto, inédito, y las rehabilitaciones siempre se deben plantear respetando las capacidades y la unicidad de cada uno.
Pero, en términos generales, lo que se busca es lo mismo: que el paciente pueda volver a tener el máximo de sus capacidades motoras, funcionales, de autonomía y de capacidad mental. Esto será un proceso, de más o menos tiempo, dependiendo del punto de partida, de su edad, de la enfermedad o la causa por la que se ha llegado a esa situación, y de la disciplina misma que tenga tanto el paciente como los familiares que brinden un apoyo.
Como se ha dicho antes, la recuperación a nivel neurológico involucra no solo la fisioterapia, sino que también pudiera involucrar trabajos de logoterapia, la reeducación para poder realizar actividades sociales y de comportamiento, e incluso la terapia ocupacional.
Importancia de la fisioterapia en los procesos de neurorehabilitación
Si hiciera falta, es necesario siempre contar con un servicio de fisioterapia, con una clínica especializada e incluso con fisioterapia neurologica a domicilio, ya que lógicamente no en todos los casos será posible que el paciente sea trasladado hacia el recinto en el que se brinden las atenciones, sino que será en casa donde todo se pueda llevar a cabo.
Más allá de eso, la importancia de la fisioterapia en estos procesos tiene que ver mucho con la autonomía, los progresos y la prevención de muchas complicaciones. Es bien sabido que los procesos de recuperación de enfermedades como un accidente cerebrovascular son muy largos y llegan a desmotivar a los pacientes, y gracias a la fisioterapia es posible que puedan mantener la motivación porque gracias a la ganancia de plasticidad y de movilidad, notarán los progresos que se van llevando a cabo.
La fisioterapia ayuda mejorando la movilidad, entrenando los movimientos, adaptando las capacidades físicas y funcionales a las limitaciones que se pudieran tener, pero por encima de todo, educando y empoderando tanto al paciente como a los familiares, para que puedan seguir el proceso y mejorar cada día, llegando hasta la recuperación total.