Hay que construir una sociedad nueva, en la que la “Noviolencia” sea la clave para avanzar hacia un mundo más justo , solidario y pacífico.
Por Francisca Cobos, maestra vocacional durante toda su vida, ahora escritora y especialista en la investigación de la «Noviolencia»
El tema de la violencia; no solo en nuestra sociedad, sino en el mundo en el que vivimos , preocupa cada vez más, despertando la necesidad de buscar soluciones que nos conduzcan a una sociedad nueva, en la que la “Noviolencia” sea la clave para avanzar hacia un mundo más justo , solidario y pacífico.
¿Cómo lograr erradicar la violencia de la sociedad?
Numerosas asociaciones, equipos de investigación, organizaciones… Buscan la solución, y para ello analizan a fondo como se produce la violencia, y saber desde este conocimiento cómo eliminarla. Entre sus propuestas está:
cultivar la Noviolencia; basarse en el dialogo y en la búsqueda de nuevas vías pacíficas, para la solución de los
conflictos, sin llegar al uso de las armas; denunciar la manipulación de la propaganda ligada a los intereses de las grandes potencias económicas, dejando de fabricar cualquier tipo de armas …
La violencia ha sido aceptada a través de la historia, dándole normalidad y legitimándola como derecho natural, para la defensa de objetivos superiores: como la grandeza política y económica de los estados. Pero este concepto ya no es aceptable por la mayor parte de los hombres de nuestro tiempo.
Las bombas atómicas que cayeron en Hiroshima y Nagasaki hicieron que naciera un hombre con una sensibilidad distinta, consciente de que la supervivencia del Planeta Tierra estaba en riesgo.
¿Pero cómo podemos aportar las personas sencillas nuestro granito de arena, para conseguir un mundo sin violencia? ¿Es la violencia inherente al ser humano, o es aprendida?
Solo tengo una idea: organizarse con otros colectivos para educarse en la noviolencia, aprender a no ser violentos; educar a los niños desde la más tierna infancia, en el respeto a todo lo que nos rodea; no solamente a las personas, sino a cualquier forma de vida y a la Naturaleza: la gran victima de la violencia humana.
Recuerdo los cuentos clásicos que todos escuchamos en la niñez: “Caperucita Roja” “Los tres cerditos” “Los siete cabritillos”… y otros muchos en los que la violencia estaba presente, normalizándola y presentándola como un triunfo del protagonista.
¿Qué niño no se alegra cuando el leñador mata al lobo y salva a la abuelita? Este es solo un ejemplo, de cómo; la violencia ha sido aprendida desde la infancia.
El cuento es un recurso educativo muy atractivo, para que los niños se acerquen a una serie de valores como: respeto, generosidad, bondad, empatía… Valores que sin duda, harán posible una sociedad con individuos más sanos emocionalmente, más justos y más tolerantes; logrando esa PAZ tan deseada por todos.
Los educadores y los padres, tienen en sus manos la oportunidad de sembrar en los niños las semillas de una nueva sociedad, en la que la violencia pierda su fuerza como modo de resolver conflictos, dando paso a la “Noviolencia” como forma de entendimiento entre las personas, pero también, como actitud ante la Naturaleza: aprendiendo formulas respetuosas para utilizar sus recursos sin dañarla.
Y, no solamente padres y educadores tienen en sus manos el poder cambiar la sociedad. Desde cualquier oficio, es posible hacer llegar esa forma de entendimiento pacífico.
Los escritores y todas las personas que se dedican a la comunicación, podemos mostrar a través de nuestros escritos, nuevos modelos de tolerancia, e incluso; modificar la visión de las cosas que nos rodean para mejorarlas. Ese es nuestro gran reto.
El camino es largo, pero todos sabemos que los sueños importantes necesitan tiempo, y sobre todo: esfuerzo, no dar cabida a la desesperanza o al desánimo, fe en conseguirlos y tener un objetivo claro: lograr un mundo en PAZ.