Pese a las abundantes lluvias registradas durante el mes de octubre en la Serranía de Ronda y en Cartajima, en la última década, siguiendo la tendencia general, la precipitación media anual ha descendido un 30% en la zona.
Esteban Benítez, vecino de Cartajima, registra las lluvias caídas en el municipio desde hace quince años. “Si bien la pluviosidad anual media de Cartajima se sitúa en unos 1.200 l/m 2 , en los últimos diez años sólo se ha alcanzado esa cifra en dos ocasiones, en la temporada 2012-2013 y en 2017-2018. El resto de los años la precipitación osciló entre 700 y 900 l/m 2 ”, explicó.
Benítez también anota los centímetros de nieve acumulados en las nevadas que, cada vez con menor frecuencia, caen sobre Cartajima. La más copiosa de los últimos años se produjo el 19 de enero de 2017, cuando se llegaron a acumular hasta 20 centímetros de nieve en algunos puntos. Esteban Benítez recordó que en su juventud fue cabrero en las sierras que rodean Cartajima, donde los vecinos vivían principalmente de la agricultura y la ganadería.
“Entonces siempre estábamos pendientes del cielo, ya que la lluvia significaba buenas cosechas y hierba y pasto para los animales. Además, antes las nevadas eran habituales y de importancia, tanto que nos obligaban a trasladarnos con nuestro ganado a la zona de Estepona”.
Las personas más mayores de Cartajima aún recuerdan la gran nevada del 8 de febrero de 1954, que mantuvo incomunicado al pueblo con una capa de nieve de un metro de espesor.
Por último, Esteban Benítez añadió que cuando en Cartajima las lluvias son abundantes las aguas bajan con estrépito por el curso del Arroyo Bolones, a los pies de la Cancha Almola, que recoge el caudal de tres nacimientos. Además, si las precipitaciones son cuantiosas y persistentes también se puede observar el nacimiento del ‘Torogin’.