El Pleno del Congreso instó este jueves al Gobierno a reducir la tasa máxima de alcohol para todos los conductores de vehículos a 0,2 gramos por litro de sangre (frente a los actuales 0,5 gramos) o 0,1 miligramos por litro en aire espirado (ahora es de 0,25).
Ello supondría rebajarla en más de la mitad y se alinea con lo anunciado recientemente por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de que las nuevas tasas aparecerán en el Reglamento General de Circulación.
Además, iría más allá de la propuesta inicial de la Dirección General de Tráfico (DGT) de que los futuros umbrales se ciñeran a los conductores noveles y profesionales, puesto que se extenderían a todas las personas que manejen vehículos.
El Pleno del Congreso aprobó este jueves una proposición no de ley presentada por el PSOE sobre la reducción de las tasas de alcohol para todos los conductores, que contó con 175 votos a favor, 33 en contra y 138 abstenciones. La iniciativa contó con el rechazo de Vox y la abstención del PP.
Alrededor de 79.000 conductores dan positivo alcohol al año mientras circulan por las carreteras españolas, lo que se traduce en una media de más de 200 cada día, según la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, que el año pasado hizo 6,7 millones de controles de alcoholemia.
“RESPONSABILIDAD MORAL Y POLÍTICA”
Manuel Arribas, del PSOE, defendió la iniciativa desde la tribuna de oradores del Congreso indicando que la seguridad vial “trasciende a los asuntos de Estado y a la política”. “No podemos seguir mirando hacia otro lado. Tenemos la responsabilidad moral y política de actuar”, dijo.
Arribas apuntó que el alcohol está detrás de un 29% de los siniestros mortales de tráfico y que la tasa de 0,2 gramos de alcohol por litro de sangre ya se aplica en países “líderes” en seguridad vial, como Noruega y Suecia, que tienen unas tasas de 21 y 22 personas fallecidas en siniestros viales por cada millón de habitantes, respectivamente, cuando la de España es de 36.
“Este debate no es ideológico. Cuando se produce un accidente no influye la ideología política, cualquiera de los que estamos aquí podríamos sufrirlo, da igual que seas de izquierdas o de derechas, da igual cuál sea tu estatus social. Un accidente es un accidente y es de sentido común evitar que esto suceda”, añadió.
Arribas llamó a “superar esa idea extendida de que un consumo moderado es aceptable y que está permitido, y que solo los excesos son los que merecen ser castigados”. “Cualquier gota de alcohol al volante pone en riesgo las vidas”, sentenció.
ENMIENDA RECHAZADA
El PP presentó una enmienda a la proposición no de ley, que no fue aceptada por el PSOE, con la que defendía no rebajar la tasa de alcohol para todos los conductores, sino consultar a “expertos científicos y técnicos” sobre la adopción de esa medida.
Además, los populares proponían al Gobierno más campañas sobre los peligros del alcohol al volante, incrementar la formación y la sensibilización, evaluar estrategias para los conductores reincidentes en el consumo de bebidas alcohólicas y estudiar “medidas alternativas” para reducir la siniestralidad vial ocasionada por esa causa.
Ángel Ibáñez, del PP, recriminó a los socialistas que lleven al Congreso una medida ya anunciada por Marlaska. “El trilerismo político que está alcanzando el Gobierno en esta legislatura sobrepasa lo formal, sobrepasa lo sensato y sobrepasa incluso lo ético”, indicó.
El portavoz de Vox, Ángel López, fue más duro en su intervención al indicar que “no es cuestión de reducir y prohibir arbitrariamente”, sino de “apelar a la educación” y a “la responsabilidad individual de cada uno para que por sí mismo sea plenamente consciente de que si va ebrio no puede ponerse al volante”.
“La sociedad socialcomunista que ustedes defienden no busca educar, busca masas de borregos incapaces de tener responsabilidad para así legislar prohibiendo y restringiendo libertades”, comentó, antes de calificar la iniciativa de “una cortina de humo que tiene como objetivo restringir derechos” y “una medida recaudatoria más para seguir asfixiando al contribuyente”.
A FAVOR
Por el contrario, otros portavoces parlamentarios expresaron su respaldo a la proposición no de ley. Lander Martínez, de Sumar, indicó que se trata de “un paso importante en la dirección correcta” para reducir los siniestros viales, aunque consideró que “la tasa cero debería ser el objetivo final”.
“La reducción de la tasa 0,2 gramos por litro refuerza un mensaje claro: al volante, cualquier cantidad de alcohol supone un riesgo. Y este tipo de medidas contribuyen a eliminar la idea de que existe un consumo seguro de alcohol si vamos a conducir”, apostilló, antes de destacar: “Envía un mensaje claro: no se puede conducir con alcohol en el cuerpo. Punto. Y ese es el mensaje que debe calar en nuestra sociedad”.
Inés Granollers, de ERC, indicó que “la actual tasa máxima permitida es demasiado elevada” teniendo en cuenta que “incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden afectar a la capacidad de reacción, la visión periférica y la toma de decisiones”.
“Reducir la tasa no es ir en contra de nadie. Quien no conduzca que beba lo que quiera, quien conduzca no puede beber alcohol. Nos parece una buena medida”, antes de concluir que “el riesgo de accidente no se terminará hasta que no haya ingesta de alcohol y drogas por parte de quien conduce”.
Por último, Maribel Vaquero, del PNV, subrayó que el consumo de alcohol es “el factor de riesgo más importante” en los siniestros de tráfico, junto con el exceso de velocidad, hasta el punto de que está tras uno de cada tres de ellos con resultado mortal. Además, apuntó que contribuye a “la idea de que el consumo moderado es tolerable y está permitido, y solo los abusos están prohibidos”.
(SERVIMEDIA)