Y ahora que asoma el otoño en el hemisferio sur y la tristeza y la melancolía son añadidos a la rutina de la vida que nos acapara, os traigo «Las grietas de la luz» un poemario en el que vibra la vida y la luz se asoma por esas pequeñas rendijas que quedan entre la oscuridad que reina por momentos en este mundo de guerras y disputas, de envidias y de superaciones mal entendidas en que se suprime la identidad haciendo vacío a la solidaridad y la humanidad, virtudes muy necesarias hoy día.
Es su autora Carmen Salas Del Río nacida en Cádiz en el año 1955 aunque esta afincada en Granada desde 2003 siendo docente durante 39 años.
Tiene en su haber varios premios educativos y ha sido finalista del III Premio Nacional #LdeLírica, Ámbito Cultural El corte Inglés y del Primer premio de Poesía a la Paz en el IX ENCUENTRO INTERNACIONAL DE POETA, Quart de Poblet (Valencia).
Ha colaborado con Letra Clara, Libro abierto, ha publicado en las revistas: Lumbre, Estación Poesía, Azahar, Ablucionistas, Alborismos, etc. Antologada en más de cuarenta Antologías.
Ha publicado los poemarios Manto Del Alma (ExLibric 2016), La Mirada Del Tiempo (Esdrújula 2019), El Cantar De Las Caracolas (OléLibros 2020), Salitremente (OléLibros 2021), Las grietas de la luz (Baker Street) y el Cuento infantil Unidos Para Subir A La Luna (Sonámbulos 2020).
Pertenece a; A.C.E. (Asociación Colegial de Escritores), Centro Andaluz de las Letras, CEDRO, Ateneo de Granada, Verso Abierto, Poetas del AL-MAnsura, Asociación Verso Abierto, CREA, PCSUR y Asociación de Mujeres Poetas GENIALOGÍAS.
El libro podéis encontrarlo en los siguientes enlaces
Venta en Editorial Baker Street
Nos encontramos con un prólogo que enriquece el poemario, escrito por la poeta, artista plástica y divulgadora cultural Marina Tapia que por si no la conocéis os cuento un poco sobre ella.
Ha publicado los libros 50 Mujeres desnudas (Amargord, 2013), El relámpago en la habitación (Nazarí, 2013), Marjales de interior (Aguaclara, 2017), Jardín imposible (Ayuntamiento de Baena, 2020), El deleite (Ayuntamiento de Vélez Málaga, 2020), Corteza (El Envés, 2022), Un kilim de palabras (El sastre de Apollinaire, 2022), Bosque y silencio (Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, 2022) e Islario (Amargord, 2022).
Ha coordinado El pájaro azul. Homenaje a Rubén Darío (Artificios, 2016). Ha coordinado el espacio Compartir poesía de la Fundación Entredós de Madrid, ha impartido talleres de creación literaria en la biblioteca de La Zubia (2014-2015, 2017, 2020-2022) y en la de Huétor Vega (2023).
En el campo de la pintura, además de las diversas exposiciones colectivas, ha realizado exposiciones individuales en la Fundación Entredós (2009, Madrid), en el Café Cultural Libertad 8 (Madrid, 2010, 2011), en la sala Vimaambi (Granada, 2013) y en el Centro Artístico, Literario y Científico de Granada (2019, 2021). Asimismo, ha ilustrado el libro Astrolabio, de Ángel Olgoso (Reino de Cordelia, 2020), y hay ilustraciones suyas en las revistas Ventana Latina (Londres, 2011), Al otro lado del espejo y Lumbre (Granada, 2020).
Ha realizado el cartel del XI Congreso Internacional de Literatura Infantil y Juvenil (Granada, 2017). En el año 2013 fue invitada por el Consulado de Chile a exponer una muestra de su obra en China (Lishui y Shangai).
El prólogo se titula «Antes de que perdiéramos la luz» y nos introduce en este poemario dónde se reordenan los momentos y se nos acerca cálidamente a esa búsqueda de la luz que ya encontramos en autores como Rafael Alberti en su «Amaranta» o «La paloma». Recuerdos, evocaciones y experiencias que encontraremos en el discurrir de los versos de Carmen.
Ya el título «Las grietas de la luz» nos abraza junto con la frase que nos encontramos a continuación «Hoy es siempre todavía» que no es tal en si misma, sino el titulo del libro de poemas de nuestro querido poeta Antonio Machado todo un referente de la poesía internacional.
Es la luz la metáfora que los poetas utilizan por excelencia, desde los más remotos tiempos para representar la sabiduría, el bien y el amor; el encuentro con la intimidad dentro de la propia experiencia vital acercando el silencio y lo esencial en todas las dimensiones, dejándonos a la mirada un lienzo que se acerca más a la definición de un espacio, un continente donde se aloja el todo de esa nada que es la vida.
El símbolo de la luz está ligado en el mundo lírico al descubrimiento de lo profundo de la realidad, a la creación, de la unificación e integración del yo en la dimensión cósmica y terrenal.
Y Carmen es en estos sus versos, como Machado representa «un modo de ser» tal y como dijo Max Aub en su «Manual de Historia de la Literatura Española» en el que encontramos la estirpe romántica, la sencilla bondad y la sincera melancolía»
Podríamos hablar de un poeta español Claudio Rodríguez y nombrar sus versos en el poema «Nuevo día»
<<Es la sorpresa de la claridad,
la inocencia de la contemplación,
el secreto que abre con moldura y asombro
la primera nevada y la primera lluvia
lavando el avellano y el olivo
ya muy cerca del mar>>
y no puedo dejar en el tintero a la poetisa portuguesa Sophia de Mello Breyner con su poema «La forma justa»
<<Sé que sería posible construir un mundo justo
Las ciudades podrían ser claras y bañadas
Por el canto de los espacios y de las fuentes
El cielo el mar y la tierra están dispuestos
A saciar nuestra hambre de lo terrestre>>
Se divide el poemario en tres partes que titula «Luz de amanecer», «Luz de babor» y «Luz de estribor» como una nave que transita por ese océano de la vida del que somos parte, oleaje y herrumbre.
En cada una de ellas los poemas nos hablan de esa luz que en arrebol en la mañana amanece en esas cosas menudas de la vida, en las cualidades y virtudes que necesita este mundo en el que habitamos como en su poema
Las grietas de la luz
La flor del universo necesita
Porciones de altruismo,
Fragmentos de conciencia
Dosis de humanidad…
En los ojos
… No sé cuando ni como
Alcancé a saber,
Que asoma por los ojos
Cuando sonreímos.
Amanecer
.. No toquéis mi ser,
Soy delicada alondra
Con mi vuelo ascendente y sonoro,
Sembrando mi semilla
De cantos y alegría.
En la tarde se tamiza la luz, discurriendo esos momentos, que yo nombro, <<tus adentros>>
Cantar con vocación de unir palabras
Voy el discernimiento de las horas
Los días y años que alcanzamos.
Tristeza rima con guerra
Ni puedo sin llorar cerrar los ojos
La guerra es un compendio de despojos
Transmuta la ciudad, engendra hielo…
Boomerang
.. Hoy pinto escalinatas porque quiero
Bajarme de este mundo irrazonable
Que abre heridas de espinas
Como profundos cortes de cristal.
Fuego sobre nieve
Yo quiero ser fuego sobre nieve
Y lluvia sobre el fuego,
Erradicar los hielos
Del glacial corazón,
De las almas de escarcha
Negadas al dulzor
De tanto amor
Día a día,
La lírica, entreabierta sus puertas,
Recorro los senderos de mis versos
Paso a paso,
Peregrino sus calles de palabras…
Y no puedo dejar de lado, para finalizar esta Esta canción de invierno
Abrazar el caos
Ignoro aquella idea aterradora
Y abrazo la tormenta de la vida…