ACPES ha presentado alegaciones contra la concesión a empresas privadas del control de visitantes en el Río Chíllar, puesto que no es garantía de la conservación del entorno ni se ha evaluado la capacidad máxima de personas que soporta el paraje. Sólo unos cupos diarios, según el momento del año, gratuitos y en igualdad de condiciones, son la única solución viable para el paraje del Río Chíllar.
El pasado lunes 18 de marzo concluyó el periodo de exposición pública para la concesión a empresas privadas el control de visitantes del Río Chíllar, y la Asociación para la Conservación Piscícola y Ecosistemas acuáticos del Sur (ACPES) ha presentado alegaciones ante lo que representa una privatización de un espacio público.
Esta privatización del Río Chíllar representa un incumplimiento tanto de la Ley de Aguas como del Real Decreto del Dominio Público Hidráulico, por los que se reconoce el derecho de todos los ciudadanos a transitar por los cauces y sus zonas de servidumbre. De llevarse a cabo la concesión, sólo las personas que paguen la cuota tendrán derecho a acceder al paraje de los Cahorros del Río Chíllar, creando una situación de desigualdad ante la ley. Esta asociación solicita que el control sea público y gratuito, como ya sucede en otros espacios de la comunidad autónoma a través del tramitador de autorizaciones en senderos sometidos a cupos.
El pago de una cuota tampoco es una garantía de protección del entorno puesto que no se ha estudiado su capacidad de carga, y en determinados momentos puede ser tan baja que no sea rentable para las empresas. La concesión del acceso a una empresa privada no va a impedir un número excesivo de visitantes puesto que las empresas necesitan generar beneficios. Sin evaluar esta capacidad de carga del entorno por parte de la administración pública no debería licitarse la concesión del acceso.
Los Cahorros del Río Chíllar es un paraje singular y de fácil recorrido, dentro del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, y se encuentra altamente masificado por la afluencia de visitantes. La gran afluencia de personas provoca un fuerte impacto en el entorno, desde ahuyentar a la fauna del lugar, hasta el pisoteo de la vegetación que han ocasionado la extinción local de Galium viridiflorum, una planta protegida de interés prioritario.
Esta afluencia de visitantes coincide con el mayor riesgo de incendios, lo que llevó al ayuntamiento de Nerja a prohibir el acceso al río el año pasado. Las restricciones por riesgo de incendios no han sido evaluadas en la licitación para las empresas, cuando las características geográficas del paraje lo definen como una ratonera en caso de incendio forestal.
El estudio de su capacidad de carga y establecer unos cupos diarios de visitantes según el momento del año y las circunstancias meteorológicas (por riesgo de incendios), gratuitos y en igualdad de condiciones, es la única solución viable para la conservación del entorno del Río Chíllar.