Las asociaciones de vecinos Zona Popular, Torre de las Palomas y Rebalaje, junto con la Asociación Cultural El Palo, tras el éxito de participación en la asamblea vecinal celebrada el pasado 19 de abril, han convocado una manifestación para pedir la regularización de las casas de la playa de El Palo y la Araña y su protección como Bien de Interés Cultural.
La manifestación arrancó de la plaza Padre Ciganda y transcurrió por la avenida Salvador Allende hasta llegar a la altura de El Tintero, para continuar por el paseo marítimo y terminar en la plaza Pepe Almoguera Sánchez, donde se leyó un comunicado. Han participado cerca de 300 personas.
La lucha por conseguir que estas casas se regularicen mediante el deslinde por parte de la Dirección General de Costa y el Mar dura 24 años y los vecinos afectados creen que ya es hora de que se solucione definitivamente este problema.
En 2021, ocho asociaciones se unieron para tomar medidas encaminadas a terminar con esta situación. Se reunieron con diputados y diputadas de todos los partidos con representación en el Congreso, convocaron una concentración, se entrevistaron con el subdelegado del Gobierno y con el jefe de Demarcación de Costas. Diversos medios de comunicación se hicieron eco de sus movilizaciones.
Tras todo este proceso parecía que el problema sería resuelto próximamente. Sin embargo, dos años después no ha habido ningún avance.
Defienden que la mejor manera de evitar la especulación es conseguir una seguridad jurídica y un programa de regeneración y rehabilitación de las casas del litoral -Este de Málaga , para los antiguos poseedores. Se observa la pérdida de este carácter peculiar que hay poner en valor para lo que se requiere el apoyo del Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de la ciudad de Málaga. Quieren recordar que la memoria del barrio debe ser su mayor patrimonio.
Además de la participación en la manifestación, se ha formado un grupo de personas voluntarias para concentrarse todos los lunes, miércoles y viernes delante de la Subdelegación de Gobierno, con la intención de no dejar de hacerlo hasta que el subdelegado se reúna con ellos y les ofrezca una solución.