El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento del informe de la Consejería de Salud y Consumo con motivo del Día Mundial contra la Tuberculosis, que se celebra el 24 de marzo, en el que se señala que Andalucía redobla los esfuerzos realizados para atajar el repunte de tuberculosis y alcanzar los objetivos marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras el retroceso que han supuesto los años de la pandemia del Covid-19 en la lucha global contra esta enfermedad.
Los esfuerzos realizados por el conjunto de actores involucrados en el control de la tuberculosis se han traducido en una tendencia continuamente descendente de la tasa de incidencia en las últimas décadas, al igual que a nivel nacional, pasando de 19,4 casos por 100.000 habitantes en 1999 a 6,1 en 2020.
Sin embargo, en los dos últimos años, los trastornos causados por la pandemia de la Covid-19 han hecho descarrilar los avances, por lo que no se han alcanzado las metas fijadas en 2018. De hecho, en Andalucía, en el periodo que va desde 2019 a 2023, se observa un aumento de la incidencia, sobre todo en las provincias de Sevilla y Málaga. En Almería, a pesar de tener una incidencia alta, se mantiene con una tendencia estable.
Las otras dos metas planteadas en el Plan Nacional para la Prevención y el Control de la Tuberculosis en 2007 (alcanzar una tasa de éxito en el tratamiento del 95% para los casos sensibles a fármacos y del 75% en casos con resistencias) no se han podido cuantificar en 2021 ni en 2022 por falta de información sobre las resistencias en el periodo referido.
Entre las actuaciones realizadas entre 2019 y 2023 por el Gobierno andaluz para alcanzar los objetivos de la Estrategia Fin a la Tuberculosis, destaca la realización de una encuesta epidemiológica al paciente tras el diagnóstico, con la finalidad de recabar la información necesaria para la investigación de la posible fuente de infección y el seguimiento del caso hasta el fin del tratamiento; además del estudio de contactos, en el que se identifican los contactos, diagnóstico diferencial de infectados -Infección Tuberculosa Latente (ITL) o enfermos-, mediante visita clínica, prueba de Mantoux, anamnesis, exploración clínica y radiológica, prescripción de quimioprofilaxis a los casos con ITL y seguimiento de los mismos hasta fin del tratamiento; así como la búsqueda de activa de contactos.
Asimismo, la Consejería de Salud y Consumo se coordina con organizaciones no gubernamentales, como Cruz Roja, Fundación CEPAIM, Asociación de Mujeres en Zonas de Conflicto, APRAMP, Fundación Adoratrices, Médicos del Mundo, ACCEM y Servicios Sociales a través del mapa de recursos de cada zona geográfica con el que trabaja los respectivos trabajadores sociales, para mejorar los condicionantes de salud de los pacientes de tuberculosis, mediante aporte de alimentos, productos de higiene, ropa de abrigo, ayuda para transporte, acompañamiento al hospital, ayuda para medicación, ayuda para mantenimiento de la vivienda, mejora del entorno o búsqueda de alojamiento alternativo, y en su caso entrada en un dispositivo de alojamiento de acogida propio.
Igualmente, se trabaja en coordinación con otras instituciones, como los centros municipales de información a la mujer, servicios de atención a drogodependientes, Instituciones Penitenciarias, servicios de protección de menores, Agencia de Dependencia y centros de valoración de discapacidad, cuando se detectan pacientes que mantienen alguna relación con estas instituciones por ser una mujer víctima de violencia de género, por estar en tratamiento o necesitarlo por alguna adicción, por ser menor protegido o contar con alguna discapacidad.
En paralelo, la trabajadora social del sistema sanitario público realiza informes de arraigo y habitabilidad e informa al paciente sobre el procedimiento de regularización por enfermedad sobrevenida, incapacidad laboral transitoria; o entrega de los partes de baja y de confirmación por parte de los equipos de tuberculosis de los distritos sanitarios con mayor incidencia o por epidemiología y trabajadores sociales de los distritos.
Además, a este esfuerzo coordinado entre los profesionales de los distintos niveles sanitarios (Atención Primaria, Atención Hospitalaria y delegaciones territoriales) se le suman algunas tareas realizadas por los profesionales de epidemiología y salud pública, que han permitido continuar corrigiendo la subnotificación existente de tuberculosis y han conseguido disminuir significativamente el porcentaje de notificación de casos erróneos por registro de micobacterias no tuberculosas y reducir, también de forma significativa, el porcentaje de declaración de casos con cultivo falso positivo.
En concreto, se refiere a la elaboración de protocolos interniveles, con el establecimiento de algoritmos direccionales, la organización de reuniones periódicas de seguimiento y la colaboración de los laboratorios de micobacterias a la vigilancia epidemiológica.
Tuberculosis en animales
La Consejería de Salud y Consumo, en colaboración con la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, realiza actuaciones en el ámbito de la tuberculosis animal para evitar su transferencia a humanos. Así, se chequean las explotaciones bovinas para detectar animales positivos a tuberculosis y se obliga al sacrificio de los reaccionantes positivos, por lo que, de acuerdo con el Plan desarrollado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, se indemniza al ganadero en mataderos autorizados. Siempre que exista un grave riesgo para la salud pública u otra razón de índole sanitaria, a criterio de las autoridades competentes, se podrá ampliar el sacrificio, procediendo a realizar el vaciado sanitario de la explotación.
Asimismo, para evitar que la leche pueda ser un vehículo de transmisión, se verifica por parte de los inspectores de salud pública que la leche es tratada térmicamente a una temperatura que elimine la presencia de micobacterias y que sólo se usa leche cruda (para consumo y queso) de rebaños libres de esta enfermedad. Este control se realiza en las 260 empresas transformadoras de leche ubicadas en Andalucía.
Igualmente, se desarrolla el Sistema Integrado de Epidemiología Genómica de Andalucía, que aglutina todas las secuencias genómicas de patógenos detectados en Andalucía en los ámbitos animal, alimentario y clínico humano, en una verdadera integración con enfoque ‘una salud’ (One Health), que permite trazar los recorridos de los gérmenes y sus interacciones en los tres ámbitos.
La tuberculosis en el mundo
Según el Informe Global de Tuberculosis 2023 de la OMS (WHO: Global Tuberculosis Report 2023, con datos de 2022), la tuberculosis fue la segunda enfermedad infecciosa que causó más muertes en todo el mundo, detrás del Covid-19. También fue la principal causa de muerte entre personas con VIH y una de las principales causas de muerte relacionadas con la resistencia a los antimicrobianos.
En 2022, se estima que 10,6 millones de personas enfermaron de tuberculosis en todo el mundo, de los cuales 5,8 millones eran hombres, 3,5 millones eran mujeres y 1,3 millones eran niños. Las personas que viven con el VIH representaron el 6,3% del total.
La tasa de incidencia de la tuberculosis (nuevos casos por 100.000 habitantes al año) aumentó un 3,9% entre 2020 y 2022, revirtiendo el descenso continuado de alrededor del 2% anual observado en las últimas dos décadas.
A nivel mundial, en 2022, la tuberculosis causó aproximadamente 1,30 millones de muertes, incluidas 167.000 personas con VIH. En la Unión Europea, en 2021, se notificaron 33.520 casos de tuberculosis en 29 países (Islandia no presentó datos) de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo (UE/EEE), lo que dio lugar a una tasa de notificación de 7,4 por 100.000 habitantes en la UE/EEE. La tasa de notificación en la mayoría de los países ha disminuido en los últimos cinco años.
De los 20.760 casos de tuberculosis notificados en 2020 con resultado del tratamiento informado en 2021, el 71,7% fueron tratados con éxito, el 8,4% murió, el 0,8% experimentó un fracaso del tratamiento, el 3,3% se perdió durante el seguimiento, el 2,2% seguía en tratamiento 12 meses después del inicio y en el 13,7% no se evaluó el resultado del tratamiento.
En la reciente Reunión de Alto Nivel del Consejo Ejecutivo de la OMS, celebrada el 6 de diciembre de 2023, con motivo de la Estrategia Fin a la Tuberculosis, se puso de manifiesto que los trastornos causados por la pandemia del Covid-19 han hecho descarrilar los avances, no alcanzando las metas fijadas en 2018 en la declaración anterior. Además, se estima que la prestación de tratamiento contra la tuberculosis y de tratamiento de VIH para personas con coinfección salvó 75 millones de vidas entre el año 2000 y 2022.
No obstante, en esta reunión se han retomado compromisos con vistas a llevar a cabo la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y se invita a los estados miembros a crear una respuesta resiliente frente a la tuberculosis mediante orientaciones normativas, apoyo técnico y estratégico que se acompaña con una labor de seguimiento, información y evaluación a nivel mundial.