El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reiteró este miércoles su confianza en la justicia en España, pese a las informaciones relacionadas con su mujer, Begoña Gómez, y la apertura de diligencias por parte de un juez en Madrid por presunto tráfico de influencias.
“En un día como hoy, y después de las noticias que he conocido, a pesar de todo, sigo creyendo en la justicia de mi país”, declaró Sánchez, en tono serio, desde su escaño durante la sesión de control al Gobierno tras la pregunta del portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Sánchez aludía, sin mención directa, a la información publicada por ‘El Confidencial’ con el titular: ‘Un juzgado de Madrid abre diligencias contra Begoña Gómez por tráfico de influencias’.
Rufián dijo que Sánchez está “sintiendo en sus carnes la guerra sucia” y manifestó que hace diez años se inició una operación con la que se “perseguía” al independentismo, entre las que citó el ‘caso Pegasus’, por las que dijo que todavía no han pagado por ello los responsables.
Tras las palabras del portavoz republicano, Sánchez simplemente ahondó en la idea de su reconocimiento a la “autonomía” y la “independencia” de la justicia y a la «separación de poderes», y remarcó que, “en el momento» en el que entraron” en La Moncloa en 2018, “salieron todas las corrupciones que avergüenzan a los demócratas”.
Después de esta intervención, con las que no agotó ni de lejos el tiempo que tiene para responder, Sánchez cogió su cartera de documentos y, con rostro tenso abandonó el Hemiciclo y se encaminó con su equipo hacia los coches para abandonar el Congreso.
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