El Congreso aprobó este jueves la ley de amnistía para los implicados en el ‘procés’ catalán tras un debate tenso, con gritos e insultos, en el que la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, debió llamar al orden en varias ocasiones.
Tras una votación a viva voz, la amnistía salió adelante con el respaldo de 177 diputados, mientras 172 se pronunciaron en contra y no hubo abstenciones. En el momento en el que votaban el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y otros miembros de su Gabinete pudieron escucharse gritos de «traidor» en el hemiciclo.
La sesión de esta jornada era consecuencia de que el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, aprobase un veto a la amnistía, con lo que la norma fue devuelta al Congreso, donde el PSOE y sus socios parlamentarios le han dado el visto bueno definitivo.
Asistieron como invitados el líder de ERC, Oriol Junqueras; el secretario general de Junts, Jordi Turull, y otros dirigentes de estas formaciones independentistas que fueron las que exigieron la amnistía a Sánchez para aprobar su investidura tras las últimas elecciones generales.
El debate, que duró hora y media, fue tenso y en el mismo se escucharon gritos y calificativos como “enemigos España”, “filonazis” o “traidor”. Armengol debió llamar en varias ocasiones al orden y reprochó a los parlamentarios el mal ejemplo que se estaba dando a la ciudadanía.
“SEÑORITOS” Y “ENEMIGOS DE ESPAÑA”
El momento más tenso se produjo a raíz de un cruce de reproches entre el líder de Vox, Santiago Abascal, y el diputado de Sumar Gerardo Pisarello. Así, Abascal, al término de su intervención, aludió a que Pisarello, cuando era concejal del Ayuntamiento de Barcelona, “arrancó la bandera de España”. Añadió que este diputado “odia profundamente a España” y “viene a disimular y a participar en un intento de romper la convivencia en nuestra patria”, en alusión a que este representante político es nacido en Argentina.
Pisarello pidió entonces la palabra y dijo que era “nieto de republicanos andaluces” y que se sentía “orgullosamente latinoamericano”. Indicó que quienes viven en España y son originarios de otros países no aceptan “ninguna lección de los señoritos que siempre han vivido del cuento”, en alusión al líder de Vox.
Estas palabras provocaron las quejas de los representantes de Vox, cuyo diputado José María Figaredo pidió la palabra. La presidenta del Congreso no se la dio y se inició entonces un cruce de reproches entre los diputados del partido de Abascal y los de Sumar.
Esto llevó a Armengol a llamar la atención a los asistentes y asegurar que los ciudadanos no se merecían “estos gritos y estos insultos”. “Esto no es posible!, se quejó la presidenta. Quien añadió que “el ser demócrata implica escuchar al diferente”.
“DEFUNCIÓN DEL PSOE”
Al mismo tiempo, la aprobación final de la amnistía también dio lugar a reproches entre el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el PSOE, que se acusaron de ceder a los independentistas o de sucumbir a los “filonazis”.
Así, Feijóo definió la amnistía como un acto de “corrupción política” que constituía un “acta de defunción del PSOE”. Indicó que esto era así porque la “ambición” de Sánchez había llevado a ceder a lo que reclamaba el “1,6% de los españoles”, por los votantes de Junts y su exigencia de este borrado de los delitos para apoyar la investidura del presidente.
Por su parte, en nombre de los socialistas, su diputado Artemi Rallo, advirtió a Feijóo de que será devorado por “bestia neofascista” que recorre España y la UE, en alusión a Vox y a los partidos de ultraderecha que los sondeos apuntan que subirán en las elecciones europeas de junio. También se refirió a los integrantes del partido de Abascal como «filonazis» y les acusó de apoyar el «genocidio palestino en Gaza».
Asimismo, Míriam Nogueras, de Junts, señaló que esta jornada era un “día histórico”, pero que la amnistía no resolvía el “problema de fondo”, que dijo que era el “reconocimiento nacional” de Cataluña. Añadió que ahora estaba “más claro que nunca” que la independencia depende de los catalanes y no de las instituciones españolas.
Por su parte, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, también habló de “día histórico” y sostuvo que borrar los delitos del ‘procés’ constituía la “primera derrota del régimen del 78”, en referencia al sistema democrático que emana de la Constitución vigente.
En cuanto a otros partidos, Jon Iñarritu, de EH Bildu, señaló que la amnistía revertía una “enorme injusticia”, mientras que Mikel Legada, del PNV, pidió “menos sal gruesa” al PP, porque puede beneficiarse de esta medida en el futuro. Asimismo, Javier Sánchez, de Podemos, emplazó a Sánchez a actuar contra el sector judicial “reaccionario” ahora que se ha aprobado la amnistía.
(SERVIMEDIA)