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viernes, diciembre 27, 2024

¡Un alto el fuego en Gaza!

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La guerra termina nunca...

La guerra termina nunca…

 

Largo y tendido podemos escribir sobre el terror-sus consecuencias-, pero he aquí tres hechos fundamentales: el 11-S (atentados en las torres gemelas de Nueva York, 11-09-2001); 11-M (atentados en la estación de Atocha en Madrid, 11-3-2004), y 7-J (atentados en metro y autobús en Londres, 07-07-2005). Este es, concretamente, el terrorismo en el Viejo Continente. Y ahora ha vuelto para matar por matar, y en el nombre de Mahoma?

 

 

Puede ser que Israel permanezca cada vez más aislado en el escenario mundial. Posiblemente la guerra de Gaza, cuyo desarrollo llegó a oscurecer la guerra de Ucrania está funcionando de forma disuasoria. Hay un discurso que se caracteriza por condenar el martirio del pueblo palestino, si consideramos la aptitud de Israel de ser xenófoba, militarmente desproporcionada, por exigir ¡Un alto el fuego en Gaza!, que para uno sería temporal y a beneficio de la población civil, y para otros sería definitivo e implantaría un pacto de cohabitación con Hamas, Si se consigue una tregua definitiva evitaría los costes colaterales de su destrucción total, y permitiría dar visos de realidad al pueblo palestino.

 

Hemos de mencionar también a la Universidad de São Paulo (USP), que es la segunda en número de alumnos detrás de la UNAM, en la que no se han desarrollado protesta alguna. Si se vieron banderas palestinas en las marchas del 8M y en las manifestaciones sindicales habidas el día Primero de Mayo del año en curso. Se mostró un cartel, que decía: ¡Alto el fuego en Gaza!. Si Israel sigue en su idea de continuar la guerra, que, sin duda, él no comenzó, el mundo-sus habitantes- se volverán más críticos y menos permisivos con la guerra en Gaza.

 

 

La Universidad de Chile, la pública más antigua del país sudamericano, tuvo un papel importante en las revueltas estudiantiles de 2011 y fue muro de resistencia a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). La guerra en Gaza, sin embargo, no ha sido tema de discusión en los claustros. La otra gran universidad de América Latina, que es la Universidad de Buenos Aires, está pasando por unos momentos de crisis financiera que concentra toda su atención.

La Universidad de Chile, la pública más antigua del país sudamericano, tuvo un papel fundamental en las revueltas estudiantiles de 2011 y fue muro de resistencia a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). La guerra en Gaza, sin embargo, no ha sido tema de discusión en los claustros. La otra gran universidad de América Latina es La Universidad de Buenos Aires (UBA), que pasa por un momento de crisis de financiamiento que concentra toda su atención.

 

Las fuerzas de seguridad norteamericanas han desalojado a los estudiantes de numerosas universidades como Columbia, Arizona, Nueva York, Texas o UCLA (Universidad de California Los Ángeles) y han sido arrestados miles de universitarios Uno se pregunta el porqué solamente los jóvenes han sido capaces de movilizar tanta atención: puede ser que hayan influenciado las redes sociales, pero es los citados tienen conciencia y un firme idealismo para construir un mundo mejor para ellos. Los mayores, triste es reconocerlo, vamos perdiendo la ilusión y la lucha por los futuros idealismos, los cuales consigan que la gente viva en paz, trabaje y encuentre un lecho para dormir?tranquilos, sin que el hambre duerma a sus pies como transeúntes fijos para toda la vida.

 

Y es que durante las décadas de los sesenta y los setenta- del siglo pasado– y en los Estados Unidos de América, hubo numerosas manifestaciones y protestas que llevaron a cabo los movimientos sociales en pro de la libertad de los pueblos y sus derechos constitucionales. Se luchó mucho y bien para erradicar la segregación racial. Se vienen a nuestras mentes personajes que lucharon por la igualdad entre las personas y los derechos civiles: Martin Luther King, Rosa Parks o Malcolm X. También hubo artista que protestaron por la guerra en Vietnam: entre ellos Jane Fonda, Malaquías Montoya, Joan Baez También miles de personas se manifestaron por lo que entendía que se estaban llevando a cabo graves y grandes injusticias para los seres humanos.

 

No olvidemos ni por un momento que Rusia, el señor Putin, llevó a la práctica acciones unilateralistas: a) utiliza el poder del veto su poder en el Consejo de Seguridad de la ONU, apoyando a Servía y, de esta manera, apaciguar los deseos de independencia de Kosovo, y b) interviene, influye y controla de manera directa sobre lo que el Consejo de Seguridad debe o no debe hacer en relación con Corea del Norte e Irán( Recordemos que la Casa Blanca, EEUU, hace lo propio para proteger a Israel contra las resoluciones pro palestinas que se puedan tomar dentro de la ONU.)

 

Entiende uno que, con este proceder, estamos lanzando al aire cometas de papel (el aire es su elemento) «sin hilos de sujeción», que marquen rumbos y destinos finales, a fin de que el aparato de política exterior europea funcione y marque pautas diplomáticas para el buen entendimiento entre iraníes y norteamericanos. Es decir, que impere la fuerza de la razón, y no la razón de la fuerza entre EE. UU e Irán.

 

Este fundamentalismo islámico ha llegado a cotas de terror, miedo e incertidumbre en las sociedades occidentales, y, sin duda, en su más alto grado: muertes masivas de seres humanos civiles e indefensos. Largo y tendido podemos escribir sobre el terror-sus consecuencias-, pero he aquí tres hechos fundamentales: el 11-S (atentados en las torres gemelas de Nueva York, 11-09-2001); 11-M (atentados en la estación de Atocha en Madrid, 11-3-2004), y 7-J (atentados en metro y autobús en Londres, 07-07-2005). Este es, concretamente, el terrorismo en el Viejo Continente. Y ahora ha vuelto para matar por matar, y en el nombre de Mahoma

 

 

La Coruña, 22 de mayo de 2024

©Mariano Cabrero Bárcena es escritor

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