El Museo Carmen Thyssen Málaga acoge hasta el 4 de julio en la Sala Noble ‘Paraíso perdido’: una instalación participativa creada por el Área de Educación y Acción cultural del Museo Carmen Thyssen Málaga, que ha contado con el asesoramiento y la participación de la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Andalucía Oriental.
En el día de apertura de la instalación estuvieron presentes el Coordinador Territorial de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Andalucía Oriental, Francisco Cansino, junto a la directora artística y el gerente del Museo Carmen Thyssen, Lourdes Moreno y Javier Ferrer.
‘Paraíso perdido’ propone una reflexión sobre los aprendizajes recibidos tanto en la infancia como en la edad adulta, ya sea dentro o fuera de los sistemas reglados. Esta reflexión se lleva a cabo a partir de historias y testimonios de voz en primera persona, entre quienes se encuentran tanto los propios trabajadores y trabajadoras de la CEAR como personas refugiadas acogidas por esta Comisión.
En palabras de Lourdes Moreno, directora artística del Museo, con ‘Paraíso perdido’ “proponemos un retorno a un espacio común de aprendizaje a modo de aula onírica, donde escucharemos experiencias de personas anónimas de las que después han brotado aprendizajes: desde la pérdida de seres queridos a anécdotas sobre travesuras y juegos de infancia”. ha contado con la colaboración del colegio jesuita San Estanislao de Kostka, de la barriada de El Palo, que ha cedido el mobiliario escolar que forma parte de la instalación participativa.
Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR)
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR, lleva desde 1979 defendiendo el derecho de asilo y los Derechos Humanos, así como promoviendo el desarrollo integral de las personas refugiadas, que vienen huyendo de conflictos bélicos y violación de derechos, solicitantes de asilo, apátridas y migrantes, con necesidad de protección internacional y/o riesgo de exclusión social.
CEAR ofrece atención directa e integral en diversos ámbitos: desde la acogida, la inserción laboral y la atención psicosocial, hasta la defensa jurídica y la denuncia para avanzar en el reconocimiento de los derechos de las personas refugiadas. Cuenta con centros de acogida a personas refugiadas y solicitantes de protección internacional, donde se facilita un espacio para avanzar en su proceso de autonomía y plena inclusión.