Familias de niños con autismo denuncian «indefensión absoluta» por la normativa vigente sobre la tramitación de las aulas TEA en la Comunidad de Madrid, que les impide en muchos casos acceder a estas aulas sin que nadie les explique los requisitos que «supuestamente» incumplen y sin «informes físicos» que acrediten la denegación.
Elena Barbacil es madre de tres hijos: Valentina, de 7 años; y Miguel y Manuel, de 4 años, mellizos y con autismo. Están escolarizados en un centro educativo preferente del distrito de Latina de Madrid, donde sienten “indefensión absoluta”.
El motivo es la normativa vigente sobre la tramitación de las aulas TEA en la Comunidad de Madrid, ya que en el pasado curso recibió la negativa de que sus hijos pudieran acceder a dichas aulas para el presente año escolar y nunca se le facilitó un informe físico de dicha resolución.
Sus hijos mellizos tienen unas necesidades educativas específicas en este momento, que consisten en “apoyo extenso y durante toda la jornada” porque los menores no controlan los esfínteres, algo normal en este perfil de alumnos.
Hace unas semanas, la Comunidad de Madrid comunicó un cambio en las condiciones establecidas para los recursos a los que opta el alumnado autista. Se trata de la Resolución conjunta de las Viceconsejerías de Política Educativa y de Organización Educativa por la que se dictan instrucciones para facilitar la organización y funcionamiento de los Centros de Atención Preferente para alumnado con necesidades educativas especiales derivadas de Trastorno del Espectro Autista y las actuaciones relacionadas con la propuesta de atención educativa específica en un aula de apoyo extenso y especializado, conocida como la Resolución 254.
Algunas de las modificaciones realizadas han sido que los dos profesionales que tienen dedicación en el proyecto de Centro Preferente van a asumir la atención de hasta 7 alumnos con plaza de aula TEA, cuando anteriormente eran sólo 5 alumnos. Anualmente, se elaborará al finalizar cada curso escolar un Informe Anual Individualizado de cada alumno con autismo escolarizado en la plaza de aula TEA, y se verá en las conclusiones de ese informe si se mantiene o revisa la modalidad de escolarización para el curso siguiente en el centro.
En el caso de esta familia, el curso pasado se les denegó el acceso a las aulas TEA por vía telefónica y sin saber qué requisitos incumplen estos alumnos para no poder optar a este apoyo educativo. Ante esta resolución, Elena Barbacil señaló que para que sus hijos asistan a una jornada educativa, requieren un apoyo especial y “es algo que, en su caso, se les ha negado de una forma totalmente opaca y con una falta de transparencia hacia la familia que nos hace sentir indefensos”.
AYUDA DEL DEFENSOR DEL PUEBLO
Actualmente, Miguel y Manuel están en una clase ordinaria con apoyo contando con solo 8 horas de clase con ayuda a la semana con el programa de educación inclusiva PTYA, y el resto de la jornada en el aula ordinaria con el resto de los alumnos.
Al negarse su acceso al aula TEA el año pasado, iniciaron una reclamación administrativa de la cual siguen sin obtener una resolución. De hecho, la madre de los niños se puso en contacto con el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, quien se comprometió a resolver esta situación y pidió a la Comunidad de Madrid que se regule “con urgencia”, ya que son «muchas» las familias que se encuentran en esta misma circunstancia.
Por otro lado, afirmó que la propia Dirección de Área Territorial le respondió que los expedientes de sus hijos no habían llegado al Centro de Terapia Interfamiliar (CTI), que es quien se encarga de evaluar estos casos, sino que “ellos mismos desde la Comunidad de Madrid habían decidido que sus hijos no cumplían los criterios necesarios para este apoyo educativo”, una respuesta que descolocó a esta madre.
“Me han presionado desde la Administración para que fuera a ver colegios de educación especial que tenía alrededor del centro preferente en el que estaban mis hijos”, reconoció Elena Barbacil, que seguirá «batallando» para que sus hijos Miguel y Manuel puedan tener acceso a las aulas TEA para el próximo curso, ya que cree que es «de vital importancia» para su inclusión educativa.
Desde la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid argumentaron a Servimedia que, a través de la Comisión Técnica Territorial, «se estudian las propuestas de la red de orientación especializada para recibir apoyo extenso y especializado en un aula específica» y añadieron que «las resoluciones se comunican a la misma red para traslado a las familias». También concluyeron que «en todo caso, esta decisión puede ser recurrida como cualquier otro hecho administrativo mediante una reclamación por el registro de la capital».
AUTISMO ESPAÑA
El alumnado con autismo representa el 29,71% con necesidades específicas de apoyo educativo asociado a discapacidad, según los datos facilitados por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deporte relativos al alumnado no universitario escolarizado en Régimen General correspondiente al curso 2022-2023.
A día de hoy, hay identificados un total de 78.063 estudiantes autistas, un 13% más que en el anterior curso, y alrededor del 85% está escolarizado en la modalidad ordinaria.
Los datos también demuestran que el aumento del alumnado en el espectro del autismo en el periodo de referencia ha sido más acentuado en la educación ordinaria, con 53.251 alumnos, que en la educación especial, con 5.789.
(SERVIMEDIA)