En este mes de mayo, tras la celebración de la Fiesta de San José Obrero, Día Internacional de los Trabajadores, el Círculo del Silencio de Málaga ha vuelto a salir a la calle para poner el foco en el trabajo digno y abordará la nueva instrucción de la Secretaría de Estado de Migraciones que cierra la posibilidad del arraigo laboral a los solicitantes de asilo.
Desde la Delegación de Migraciones destacan que este El Círculo del Silencio tiene lugar en el contexto de la reciente presentación en Madrid de la exhortación pastoral “Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la pastoral con migrantes” de la Conferencia Episcopal Española que pretende actualizar la identidad y el marco de referencia de la pastoral con personas migradas y ofrecer, desde la diversidad aportada por las migraciones, algunas claves para afrontar los desafíos del futuro.
Con actos como este, desde la Delegación pretenden «apostar por el trabajo en red y la colaboración con la sociedad civil, por eso queremos ayudar a impulsar la Plataforma de Solidaridad con migrantes y refugiados de Málaga».
Los círculos de silencio son encuentros para reflexionar y hacer sonar la voz de las personas migrantes en la vía pública, despertando la sensibilidad de los ciudadanos sobre el drama que viven estas personas en su intento de encontrar un futuro mejor. «Nacen en Toulouse (Francia) en 2007 por iniciativa del franciscano Alain J. Richard.
En Málaga capital surge por iniciativa de la Delegación Diocesana de Migraciones en 2016. Todos los segundos miércoles de mes se reunen durante media hora y, poco a poco se han ido extendiendo a otras localidades de la Diócesis.