En el paisaje de la atención sanitaria, la Enfermería emerge como una profesión de humanidad, cuidado y compromiso. Así en su día a día, los enfermeros y enfermeras desempeñan un papel irremplazable para el bienestar de la sociedad. Sin embargo, su labor va más allá de la mera aplicación de cuidados, tratamientos y procedimientos; implicando una relación empática con el paciente, un compromiso ético con la excelencia y una constante búsqueda de la mejora en la calidad asistencial.
En el centro de esta profesión se encuentra el concepto de colegiación, una piedra angular que sostiene los pilares de la integridad y la calidad en la práctica asistencial. Por ejemplo, en la provincia de Málaga, el Colegio de Enfermería se convierte en un baluarte de ordenación y protección de la profesión de los cuidados. Su función trasciende la mera administración de trámites burocráticos; sirviendo de orientación, apoyo y defensa para los profesionales que día a día velan por la salud de la población.
Un contexto en el que José Miguel Carrasco Sancho, presidente del Colegio de Enfermería de Málaga, ha arrojado luz sobre la importancia vital de la colegiación en el entramado sanitario:
“La colegiación en enfermería no es un simple requisito legal; hablamos de un compromiso ético y profesional con la calidad y la seguridad en la atención sanitaria. Nuestra labor como colegio va más allá de los aspectos administrativos; trabajamos incansablemente para garantizar que cada enfermero y enfermera colegiado esté debidamente formado, actualizado y respaldado en su práctica”.
En un mundo donde la salud pública es una prioridad ineludible, la colegiación en Enfermería es un escudo protector contra el intrusismo y la falta de estándares. Al colegiarse, el profesional accede a una red de apoyo y recursos que nutren su práctica clínica y promueven su desarrollo profesional. Además, como ha proseguido Carrasco Sancho, “la colegiación protege a la población de prácticas sanitarias irresponsables o poco éticas, garantizando que solo aquellos que han cumplido con los rigurosos estándares de formación y ética puedan ejercer legalmente”.
La colegiación, por tanto, “en su esencia más profunda, es un acto de compromiso con la excelencia y la ética profesional. Es un pacto silencioso pero poderoso entre el enfermero y la sociedad, donde se comprometen a brindar cuidados seguros, compasivos y basados en evidencia. Es un recordatorio constante de que la Enfermería es más que una profesión; es una vocación de servicio al prójimo, un llamamiento a estar al lado del paciente en sus momentos más vulnerables”.
Un colegio comprometido
Desde el Colegio de Enfermería de Málaga, en nuestra incansable misión de fomentar la excelencia en la práctica enfermera, brindamos una amplia gama de servicios y recursos diseñados específicamente para nuestras colegiadas. Desde programas de formación continua hasta asesoramiento legal y ético, nos esforzamos cada día por convertirnos en un aliado imprescindible en el crecimiento y desarrollo profesional de las enfermeras malagueñas.
Por todo ello, como ha concluido el representante de las más de 9.000 enfermeras colegiadas de Málaga, “la colegiación en enfermería no solo es un acto administrativo, sino un compromiso con la excelencia y la ética profesional. Es un pilar fundamental en la protección de la profesión contra el intrusismo y la falta de estándares, y una garantía de calidad y seguridad para la población.
En un mundo en constante cambio, nuestra labor no es otra que ser faro de orientación y apoyo para los profesionales que dedican sus vidas al noble arte de cuidar. Juntos, podemos fortalecer nuestra profesión y asegurar que cada paciente reciba los cuidados respetuosos y competentes que merece”.