Voluntarios del grupo local de Málaga de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y de la Fundación Unicaja han sido denunciados ante el SEPRONA de la Guardia Civil por arrancar varios ejemplares de una planta amenazada, Ononis talaverae, especie litoral y endémica del sur de España y noroeste de África, catalogada como Vulnerable por la Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía y por la Lista Roja de la Flora Vascular Española.
La actividad, organizada por SEO Málaga, se realizó dentro del Paraje Natural Desembocadura del Guadalhorce, y consistió, entre otras actuaciones, en la retirada de la vegetación natural que crece sobre las arenas litorales y aportando, además, más arena al entorno, lo que supone una alteración de un hábitat natural protegido por la Directiva europea “de hábitats” 92/43/CEE, tipificado como Dunas móviles embrionarias (HIC 2110). Entre la vegetación afectada se encontraba Ononis talaverae, que ha sido retirada expresamente por los voluntarios hasta casi eliminarla por completo del Paraje Natural.
Esta actuación contó con el apoyo de las autoridades del Paraje Natural, como reconoce el grupo local de SEO Málaga, y es la segunda vez que realizan esta actuación en el mismo lugar, a pesar de que el año pasado ya se le advirtió duramente a esta asociación conservacionista del daño que estaban ocasionando en este hábitat tan frágil y vulnerable, que acoge, además, bastantes especies raras y amenazadas.
Éste no es el primer caso de destrucción de hábitats realizado ni por voluntarios ni por la administración, puesto diversos colectivos apoyados por multinacionales están llevando a cabo una transformación del hábitat original de Sierra Bermeja con plantaciones de algarrobos, lo que supone un incumplimiento de la Directiva Hábitats. Igualmente, la Consejería ha realizado una obras inútiles para anfibios en el mismo cauce de varios arroyos del Valle del Genal, afectando gravemente a especies amenazadas.
La destrucción de hábitats está considerada como una de las principales causas de pérdida de biodiversidad, y en el litoral mediterráneo es la más grave de todas. La provincia de Málaga encabeza el ranking español de ocupación del Dominio Público Marítimo Terrestre, con el 74,9% construido, según el informe de Greenpeace Protección a toda costa (2017). A la destrucción de hábitats causada por el urbanismo habría que añadir la actuación de estos voluntarios medioambientales en el poco espacio natural que queda en el litoral. Y es que el voluntariado medioambiental se está convirtiendo en un grave problema para la conservación de la biodiversidad porque acceden a zonas sensibles para alterar los ecosistemas a favor de una especie elegida, sin contar con el asesoramiento de expertos como botánicos, entomólogos o malacólogos. Sólo la conservación de los hábitats naturales permite la conservación de todas las especies, incluyendo las no conocidas, pero esto no se consigue con intervenciones como las denunciadas.
Oscar,habría que denunciar también a los que con nocturnidad y alevosía van a destrozar fuentes y árboles autorizados por la ley.
Pero claro ,son tan cobardes .
En 2013 el ayuntamiento de Júzcar en colaboración con la Diputación de Málaga realizó unas obras en el manantial de la Zúa donde se había descubierto, al menos, una especie nueva de tricóptero. Aquello se denunció, pero la Junta de Andalucía se limitó a legalizar aquellas obras que carecían de licencia con un vergonzoso informe que parecía sacado de la wikipedia. El tricóptero nunca se volvió a encontrar allí, y posiblemente otras especies no conocidas tampoco.
En 2015, la construcción de una caseta en una fuente en Genalguacil acabó con la única población conocida a nivel mundial del caracol endémico Acicula norrisi. Aquello se denunció, pero la Junta de Andalucía tardó 4 años en derribar la pequeña caseta que se había construido de manera ilegal, una demora que no tiene justificación. La especie no ha vuelto a observarse en el lugar, junto a otras especies de la comunidad edáfica que habitaba en el manantial.
Estos hechos han permitido definir las fuentes y manantiales como el hábitat más amenazado del mundo porque, con muy poco esfuerzo y en poco tiempo, se puede ocasionar un daño medioambiental irreparable. Y así se ha expuesto en congresos internacionales como el SICEF o el ConserBio.
Y con estos antecedentes, que sea la misma Junta de Andalucía la que se dedique en los últimos años a destrozar manantiales con total ignorancia, con la excusa de los anfibios pero sin saber nada de anfibios, creo que merecen un calificativo que ya se lo aplican ellos mismos con sus acciones. Por supuesto, estas actuaciones están denunciadas y en proceso.
Sobre la destrucción de arboleda, en los últimos años estamos asistiendo a una eliminación de kilómetros de vegetación de ribera en espacios protegidos, donde no sólo se eliminan bosques sino, también, otros hábitas importantes como los adelfares, y la Junta de Andalucía es la principal responsable, por acción u omisión. Empezando por el Genal en 2010, para lo cual el técnico irresponsable emitió un informe en el que no era capaz de reconocer ni una sola especie, archivando dicha denuncia. Hasta ahora se han visto afectados muchos kilómetros de ríos y arroyos: Padrón, Castor, Genal, Pereilas, Las Cañas, Guadarín, Guadaiza, Chíllar, etc… Todos han sido denunciados, y eran espacios protegidos.
Y no, no son cobardes, son muy valientes porque gozan de la impunidad que les otorga ser «autoridad medioambiental». Si no fueran juez y parte en todos estos casos, ya te digo yo que no serían tan valientes.