En el transcurso del último año, Málaga ha destacado tristemente como la provincia líder en España en casos de agresiones a profesionales sanitarios, con un total alarmante de 44 denuncias. Este dato es parte de un informe revelador de la Policía Nacional que muestra una realidad preocupante en el ámbito de la seguridad y el respeto hacia quienes trabajan incansablemente por la salud de la comunidad.
Según datos proporcionados por la Policía Nacional, en todo el país se llevaron a cabo más de 9.000 actuaciones policiales relacionadas con agresiones a profesionales del sector sanitario durante el pasado año. Estas acciones, que abarcan tanto agresiones en centros sanitarios como en atenciones domiciliarias, resultaron en la detención de 115 personas. Este número no solo es un reflejo de la gravedad de la situación, sino también de la necesidad urgente de abordar este problema de manera integral.
Por su parte, según ha informado la Policía, desde la implementación de la Instrucción 3/2017 de la Secretaría de Estado de Seguridad, se ha capacitado a más de 27.000 profesionales del sector sanitario en aspectos policiales y procedimentales para abordar situaciones de agresión en el ejercicio de sus funciones. Sin embargo, los números muestran que aún queda mucho por hacer.
Medidas necesarias
Un contexto en el que resulta “esencial destacar que las agresiones no solo tienen un impacto físico y emocional en las víctimas, sino que también afectan negativamente a la calidad de la atención sanitaria y a la confianza en el sistema de salud en general. Es un problema que nos concierne a todos y requiere un enfoque conjunto y coordinado para encontrar soluciones efectivas” ha expresado José Miguel Carrasco Sancho, presidente del Colegio de Enfermería de Málaga.
Los datos desglosados por provincias muestran una distribución preocupante de las denuncias en todo el país, donde la Costa del Sol destaca de forma negativa. En Andalucía, por ejemplo, se registraron 102 hechos, siendo Málaga la provincia con el mayor número de denuncias. Este patrón se repite en otras regiones, lo que subraya la necesidad de abordar este problema a nivel nacional.
Es fundamental que tanto las autoridades sanitarias como las instituciones encargadas de garantizar la seguridad ciudadana trabajen en estrecha colaboración para prevenir y abordar las agresiones a profesionales sanitarios. Esto incluye no solo medidas reactivas, como la detención de agresores, sino también iniciativas preventivas, como la formación en comunicación y la sensibilización sobre el respeto hacia quienes trabajan en el sector de la salud.
En este contexto cabe destacar que, a principios del actual año 2024, desde el Colegio Oficial de Enfermería de Málaga se remitieron escritos tanto al Subdelegado del Gobierno como al Delegado Territorial de Salud y Consumo, instando a tomar medidas concretas y retomar las mesas de trabajo para abordar este preocupante problema.
De hecho, el representante de las más de 9.000 enfermeras colegiadas, ha enfatizado la importancia de unir fuerzas para proteger a los profesionales sanitarios y garantizar un entorno de trabajo seguro. “Es fundamental que se tomen medidas concretas para erradicar estas situaciones, retomar las mesas de trabajo sobre agresiones a profesionales sanitarios con la Delegación de Salud además de otros agentes implicados y garantizar la seguridad y el bienestar de quienes dedican sus vidas a cuidar de los demás», ha declarado.
“Los datos muestran que las agresiones son un problema grave y creciente que requiere una respuesta decidida y coordinada. Málaga, como líder en este preocupante ranking, debe ser un punto de partida para acciones concretas y efectivas que protejan a quienes día a día velan por nuestra salud” ha concluido Carrasco Sancho.