El Consulado Honorario de Moldavia en Andalucía ha celebrado con todos los residentes moldavos de Málaga y la Costa del Sol su tradicional fiesta del Martisor, un día muy especial en este país en el que se da bienvenida a la primavera.
Así, con la fiesta del Martisor se desea suerte y salud a todos, rescatando símbolos de la cultura del Este Europeo, y creando lazos y convivencia con la población residente moldava de la Costa del Sol y con los propios malagueños y andaluces, han indicado en un comunicado.
La jornada de la fiesta nacional del Martisor comenzó con una recepción oficial por parte del embajador de Moldavia en España, Eugeniu Revenco, y el cónsul honorario en Andalucía, Patricio Baeza, acompañados de diferentes autoridades de la provincia, así como representantes del cuerpo consular de países como Ucrania, Guinea, República Dominicana, Costa Rica, Perú, Rumania y Ecuador, además de diversas autoridades militares de la provincia.
Creando lazos y fortaleciendo vínculos con Málaga y Andalucía, muchas personas y entidades se acercaron a los Baños del Carmen para conocer más la cultura y la tradición de este país, «que poco a poco es más conocido por la alegría de sus gentes, sus actividades empresariales y sus productos agroalimentarios».
Durante el desarrollo de la jornada, se disfrutó de música tradicional moldava, junto a una exposición de fotografías de lugares destacados de Moldavia, «todo ello regado con vinos moldavos para que todos pudieran apreciar sus ricos productos agrícolas, y ahondar algo más en una gastronomía muy sugerente y aún por descubrir».
Para el embajador de Moldavia en España, Eugeniu Revenco, «un año más nos acoge Málaga para celebrar una de las Fiestas Nacionales más populares e importantes de nuestro país». «Es todo una gran satisfacción poder compartir estos momentos con mis compatriotas y poder enseñar parte de nuestras tradiciones al acogedor pueblo malagueño», ha afirmado.
Por su parte, el cónsul honorario de Moldavia en Andalucía ha señalado que, «ha sido un gran encuentro, y una manera de conocer aún más este país en la Costa del Sol. Los residentes moldavos que viven en la provincia de Málaga han tenido la oportunidad de recordar y vivir un día importante para ellos lejos de su tierra, y para los malagueños ha sido también una gran experiencia ya que hemos podido descubrir sus costumbres, su gastronomía y su cultura».