Regreso a Andalucía de Patricia Almarcegui (ya visitó a Andalucía con su elogiadísimo libro de viajes Cuadernos perdidos de Japón) para presentar, a la prensa y al público, su nuevo libro: Las vidas que no viví, una novela muy especial, que ha enamorado enseguida a los lectores y a la crítica (en 20 días se agotó la 1ª edición).
Jacinto Antón dijo de la de Patricia Almarcegui en El País: “Patricia Almarcegui es una de las voces más sensibles y hermosas en nuestro país. Sus libros, imbuidos de una arrebatadora melancolía, poseen una altísima calidad literaria» (20021) o «En todo lo que la autora la escribe laten los mismos temas y emociones, la intimidad del espacio y el espacio de la intimidad, el cuerpo (especialmente el de la mujer) en espera y en tránsito, la vida afuera y la vida adentro, la historia del mundo como imagen y metáfora de la historia personal» (2023).
En Málaga habrá presentación este jueves 15 de febrero a las 19:00 horas en la Librería Áncora (Plaza de Uncibay, 9), con la presentación de Mónica Soler
La novela: LasVidas que no viví
Después de la increíble trayectoria de Cuadernos perdidos de Japón (Candaya 2021), esa hermosa y reveladora crónica que destila lo esencial de los 7 diarios que Patricia Almarcegui escribió en sus dos viajes a Japón (tercera edición en menos de 6 meses) llegó en 2023, ahora desde el registro de la novela, su nuevo libro, en el que dialogan sus dos espacios más queridos: Menorca (la isla donde vive) e Irán, un país que ha visitado en muchas ocasiones y del que ha escrito ese ensayo de referencia que es Conocer Irán.
Las vidas que no viví relata el encuentro y la amistad, en un hotel abandonado y ahora ocupado, de dos mujeres de orígenes y generaciones distintas: Pari, una migrante iraní de 75 años y Anna, una mujer embarazada que regresa a la isla, con el propósito de que su hija nazca allí.
El emblemático hotel Torre Petxina se convierte así en un espacio de resistencia y reconstrucción afectiva de dos vidas rotas, unidas por la vinculación a los jardines y a un huerto, pero es también el epicentro de un territorio mítico cargado de memoria y símbolos: el Mediterráneo y el Caspio, sus paisajes melancólicos y violentos, se convierten en metáforas de la calma, la paciencia, la lucha por la vida y la voluntad de sobrevivir frente al avance de la gentrificación y las involuciones sociales.
Las vidas que no viví es también el relato del presente y el pasado de una isla, que ha ido forjando su identidad en los éxodos, las migraciones, las invasiones, la superposición de culturas, los viajes y los retornos, los naufragios, los incendios, los objetos perdidos y reencontrados…
La fragilidad de las relaciones familiares y el rol de la mujer en entornos sociales adversos son otros dos ejes temáticos importantes de esta breve e intensa novela, que indaga también en otras relevantes preocupaciones de la literatura escrita por mujeres: la corporalidad, el embarazo, el aborto, la transexualidad y la vejez.
Desde su poética de lo fragmentario y con un lenguaje conversacional, exquisitamente delicado y cercano, y Patricia Almarcegui continúa explorando la dimensión política de la intimidad, en este nuevo libro que tantos dilemas contemporáneos enfrenta.