Educación en salud, prevención, investigación y cuidados
El Consejo Andaluz de Enfermería ha animado a los organismos e instituciones sanitarias a seguir implementando la investigación e inversión en la lucha contra el cáncer, ya que, según los datos difundidos por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), durante los últimos cincuenta años la tasa de supervivencia ha aumentado hasta el 57%, dependiendo del tipo. Así, han recalcado que, tal y como aseguran los expertos, “es vital el diagnóstico precoz de la enfermedad y una apuesta firme por la investigación y cuidados, claves para reducir la mortalidad”.
En este sentido, las enfermeras y enfermeros son cruciales, “ya que las especialistas en enfermería oncológica dominan todo el proceso que debe realizarse, desde la prevención hasta diagnóstico y tratamiento, por lo que su gran preparación les capacita para diseñar y planificar proyectos que ayuden a los pacientes durante el tratamiento del cáncer”. A juicio de la presidenta del CAE, María del Mar García Martín, “las enfermeras oncológicas son muy cercanas y su atención responde a las necesidades del paciente y su entorno, por lo que presenta una mayor carga asistencial que debe ser reconocida para seguir avanzando en las estrategias de tratamiento”.
Los cuidados y la prevención
Para la Enfermería andaluza la investigación debe ir pareja a la prevención, el diagnóstico y una respuesta asistencial “integral y eficaz”. Sólo así conseguiremos llegar a una tasa de supervivencia más alta, tal y como plantea la AECC, que pronostica que en 2030 sea del 70%.
Del mismo modo, desde el CAE han subrayado el hecho de que nos encontremos entre los diez países europeos con más patentes de investigación del cáncer, según ha publicado la Oficina Europea de Patentes (OEP), “es indudable que debemos seguir por este camino y la Enfermería tiene mucho que aportar, ya que el enfoque de los cuidados forma parte de la estrategia mundial para afrontar esta enfermedad”.
El Consejo autonómico ha incidido en la importancia de divulgar y favorecer la educación en salud, “la prevención es fundamental, por tanto, debemos ser conscientes de que los profesionales en el ámbito de la salud también ejercemos roles educativos y la difusión de consejos e información sobre la importancia de tener un estilo saludable se antoja como aliada perfecta para reducir la incidencia y desarrollo de tumores”. El tabaco, el alcohol y otras drogas, así como el sedentarismo son algunos de los factores de riesgo que todas y todos debemos tener en cuenta.
La enfermería en el circuito oncológico
La reducción de los factores de riesgo que pueden modificarse, tiene que complementarse con más agilidad en el acceso a servicios de prevención y un “acelerado incremento de las técnicas de diagnósticos, tratamiento y atención en el sistema sanitario”. Para ello, el acceso a la información, a la realización de pruebas y cribados para detectar a tiempo la enfermedad son imprescindibles.
Desde la enfermería favorecemos el desarrollo eficaz de todo el circuito oncológico a través de un enfoque integral y asistencial. Las enfermeras y enfermeros prestamos un apoyo fundamental a los pacientes y familiares, mediante el acompañamiento durante todo el proceso de la enfermedad, por ello es fundamental contar con el punto de vista enfermero a la hora de coordinar, organizar y planificar nuevos métodos de lucha contra la enfermedad, abordando a la misma desde todas las perspectivas, también la de los cuidados.
Familiar y Comunitaria y Gestora de casos
El desarrollo de las especialidades de Enfermería Familiar y Comunitaria y Gestora de Casos es imprescindible para “abordar de forma ágil e integral” la enfermedad. Así, la humanización de los cuidados en una enfermedad, a veces muy imprevisible, facilita la evaluación y seguimiento del estado físico y emocional del paciente y la comunicación con familiares, “constituyendo un apoyo fundamental para tratar los síntomas y adaptarse con más facilidad al plan de tratamiento”.