En el estado de Iowa, las encuestas han predicho que Donald Trump ha ganado los caucus de este lunes, dejando atrás a Ron DeSantis y Nikki Haley, quienes compiten por el segundo lugar, según los resultados preliminares que se están dando a conocer en tiempo real durante el recuento de votos.
El logro en Iowa ha sido determinante para empezar las primarias republicanas, consolidando la conexión del expresidente con los votantes del partido, aunque sean los primeros resultados de Trump en su búsqueda de la tercera nominación consecutiva a la presidencia de EE.UU. por el Partido Republicano.
Aunque el porcentaje de delegados en juego en Iowa apenas alcanza el 1% del total, conseguir un resultado favorable adquiere una relevancia considerable, puesto que se considera que ese primer acercamiento resulta crucial en las campañas electorales estadounidenses.
La asamblea popular, conocida como caucus, en Iowa, tradicionalmente señala el comienzo del largo proceso de selección de candidatos a la presidencia. Durante esta fase primaria, los miembros del partido político no emiten su voto de manera convencional, sino que llevan a cabo una discusión grupal y abierta: los votantes se congregan en una sala amplia para ‘votar mediante movimientos’; es decir, inicialmente eligen un bando u otro en base a sus preferencias políticas, pero todos tienen la libertad de cambiar de posición en cualquier momento.
En los estados de Iowa, Alaska, Colorado, Maine, Hawái, Kansas, Minnesota, Nevada, Dakota del Norte, Washington y Wyoming, el candidato que cuenta con el mayor número de seguidores después de un prolongado debate, es el ganador.
Después de las primarias y los caucus, al final los delegados son elegidos por los votantes, quienes luego nombrarán a los candidatos presidenciales en las convenciones demócrata y republicana. La mayoría de estos representantes están comprometidos a votar conforme a los resultados de las primarias, aunque esta regla no siempre se cumple.
El valor de «los iniciales» de las elecciones primarias
Un papel especial desempeñan Iowa y Nuevo Hampshire en los comicios presidenciales, porque en estos territorios se celebran los comicios primarios iniciales: caucus y elecciones adecuadas, respectivamente. La repercusión mediática concentrada en Iowa es equiparable a la que tendrá cada fase posterior durante la contienda presidencial. Por consiguiente, el primer triunfo parcial constituye una excelente oportunidad para que el postulante presidencial se proclame como un aspirante serio a la Casa Blanca.
A manera de ejemplo, durante el año 2008, un senador poco reconocido en Illinois en aquel entonces, Barack Obama, venció a la aspirante demócrata favorita, Hillary Clinton, en Iowa. A pesar de que Clinton ganó en Nuevo Hampshire, no logró recuperar el rumbo de su campaña desde entonces. Este suceso evidencia que el candidato ganador en las primeras dos consultas posee altas probabilidades de convertirse en el nominado a la presidencia nacional.