En los tiempos muertos, mientras uno tiene que trasladarse de un lugar a otro, me gusta la idea de aprovechar la ocasión para cultivar el espíritu mediante la lectura, el acercamiento activo a lo que otra persona ha pensado, ha sentido y ha querido comunicarte.
En una reciente escapada madrileña, he descubierto la existencia del Bibliometro, complementado en los vagones de metro con una campaña maravillosa llamada “Libros en la calle”, en mitad de un paisaje desolador de viajeros interesados exclusivamente en mirar o en manipular las pantallas de sus móviles. Se trata de una hermosa colección de estampas adhesivas presentando en las paredes textos de autores y autoras ganadores de Premios Nacionales de Narrativa, de Poesía, o de Infantil/Juvenil, en diferentes años del siglo XXI, acompañados de sugerentes y coloridas ilustraciones (entre los textos que pude leer se encontraba un poema de nuestra malagueña adoptada Chantall Maillard).
Esa iniciativa me hizo recordar la campaña de “Libros sobre ruedas (Librerías en marcha)” que el Ayuntamiento de Málaga, a través de la EMT y según una idea del escritor Manuel Francisco Reina, puso en marcha en colaboración con la Federación Andaluza de Libreros y la editorial Ediciones del Genal en noviembre de 2016 y cuya última entrega data de junio de 2022. Este es otro proyecto sobresaliente, que busca el fomento de la lectura distribuyendo gratuitamente en todos los autobuses de las líneas metropolitanas una serie de libritos de bolsillo, también de escritores y escritoras ganadores de Premios Nacionales, de las Letras o de la Crítica, a razón de uno por mes, además de una cuidada selección en cuya nómina se han ido intercalando autores locales, como por ejemplo los poetas Francisco Ruiz Noguera o Inés María Guzmán, y los narradores Pablo Aranda o Juan Jacinto Muñoz Rengel. Como mérito añadido de malagueñismo, los libros presentan en portada dibujos inéditos de Rafael Pérez Estrada, cedidos en un principio por el periodista y poeta José Infante de su colección particular, y proporcionados luego por la Fundación RPE.
Esta campaña dejaba también un margen interesante para la creatividad de quienes aspiraran a ver publicados sus poemas o relatos en algún número de la colección, objetivo que comparte con Metro Málaga, organismo que ha convocado ya varias ediciones de su certamen “100 palabras en un metro”, en colaboración con Taller Paréntesis.
Volviendo a mi viaje por Madrid estos días de enero, me ha sorprendido muy gratamente el magnífico homenaje a Benito Pérez Galdós que me encontré en la estación de metro de Ríos Rosas, de la línea 1, con capítulos enteros de su novela “Fortunata y Jacinta” serigrafiados en las paredes del andén en toda su extensión, acompañados por las excelentes ilustraciones de Beatriz Ramo (al modo en el que en la parada de Plaza de España, de la línea 3, se rinde tributo a Miguel de Cervantes y su Quijote de La Mancha).
Estas apuestas por la cultura que hace la Comunidad de Madrid me hacen soñar con que también la Junta de Andalucía se decidiera a colaborar con los ayuntamientos de las ciudades andaluzas con Metro para decorar literariamente algunas de sus estaciones en ocasiones especiales (y aquí los más destacados ilustradores andaluces -véase la viñeta de Manuel Vaca que preside este artículo- tendrían mucho que decir). Sería estupendo comprobar que, pese al paso del tiempo, cuando las veleidades políticas fueran alternándose en la superficie, la belleza y la hondura de las palabras permanecería inalterable en lo más profundo de nuestras calles.