Y concentrar el 25% de la facturación de su sector
La Consejería de Universidad, Investigación e Innovación ha sometido a información pública el proyecto de orden que establece los requisitos y procedimientos necesarios para considerar a los clústeres de innovación como agentes del sistema andaluz del conocimiento. De acuerdo con dicho documento, entre las exigencias propuestas, se determina que estas agrupaciones deberán contar con una representación de pymes superior al 35% y concentrar el 25% de la facturación de su sector de referencia en el ámbito geográfico en el que operan.
Con este trámite administrativo, Andalucía avanza en el despliegue de la política andaluza de clústeres, una línea de trabajo prioritaria impulsada por el ejecutivo autonómico con la finalidad de promover estas agrupaciones empresariales y dotarlas de un marco de actuación que favorezca su capacidad de generar innovación. Hasta el próximo 10 de enero estará abierto el periodo para realizar sugerencias a la normativa elaborada, que serán posteriormente analizadas e incorporadas, si procede. Esas aportaciones se podrán realizar a través del correo [email protected].
Para facilitar esta labor, la Consejería de Universidad ha subido al portal web de la Junta de Andalucía el texto del proyecto normativo. Tras esta fase, el proyecto de orden continuará su tramitación hasta su aprobación definitiva, prevista para los primeros meses de 2024.
El documento plantea solicitar a los clústeres que el número de empresas asociadas sea superior a 30 y que dispongan, entre sus miembros, de alguna universidad pública andaluza, organismo público de investigación, centro, instituto o fundación de I+D o algún centro tecnológico. De igual modo, tendrán que representar una rama científica o tecnológica o un sector industrial o de servicios, cuya facturación alcance, al menos un 0,75% del PIB de la comunidad, y ser únicos en el segmento económico que representen.
Asimismo, se recogen dos categorías de entidades, dependiendo del nivel de madurez. Por un lado, los clústeres de innovación propiamente dichos, que serán los que cumplan con todos los requisitos fijados y, por otro, los clústeres de innovación consolidables, que serán aquellos que presenten alguna salvedad, sobre todo en lo que respecta a su peso en relación con el PIB regional.
Esta norma específica se desarrolla después de que el departamento que dirige José Carlos Gómez Villamandos haya dado un paso previo indispensable para poner en marcha esta política de promoción: la inclusión de los clústeres como agentes del conocimiento en el nuevo reglamento que regula a los actores de la I+D andaluza.
Este reglamento, aprobado en septiembre pasado, incluye a estas entidades en el apartado de estructuras y redes, y las considera estructuras privadas que agrupan, en un espacio geográfico o sector productivo, a un conjunto de empresas y centros de investigación, y de formación públicos y privados. Además, estipula que su actividad debe organizarse en torno a una rama científica o tecnológica o a un mercado y que deberá contar con una masa crítica que permita asegurar la competitividad y visibilidad internacional del tejido empresarial al que representa.
Esta orden reguladora que ahora se tramita, una vez aprobada, permitirá a estas figuras empresariales acceder a los incentivos que la Administración autonómica concede en materia de investigación e innovación. En la comunidad contarán de oficio con la consideración de agentes del conocimiento los clústeres ya inscritos en el registro de Agrupaciones Empresariales Innovadoras del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Para el resto de asociaciones andaluzas con suficiente músculo empresarial y económico que no reúnen las características fijadas por el Gobierno central, pero con capacidad suficiente para generar innovación, la norma autonómica les brinda la oportunidad de formar parte del ecosistema de clústeres y beneficiarse, tanto de los incentivos que se convocan en la región, como del resto de actividades que favorezcan su desarrollo y proyección.
