Si conservas tu cuerpo sano, todo en la vida será sencillo, no habrá barreras que derribar.
En cada una de las etapas de nuestro caminar sin apenas esfuerzo cualquier desafío será viable sin que las secuelas que queden en nuestro ser sean demasiado graves, no tardando en cicatrizar.
La palabra felicidad será algo más que una utopía, desconectar y controlar todo aquello que pueda hacernos, en algún momento desbordar.
Acostumbrarnos a pausar, para vislumbrar la verdad de la realidad que nos ocupa y ahuyentar esas sombras, procesos de estrés que pueden acercarnos a algunas enfermedades corpóreas e incluso mentales.
Mirar con atrevimiento todo aquello que nos rodea. Cada mañana aún recorriendo el mismo trayecto encontraremos detalles que yo acostumbro a denominar “menudeces” que no vimos el día anterior. Normalmente, las prisas se adueñan de nosotros y dejamos casi de ser humanos. Las obligaciones que nos imponen y que en demasía, a veces, nos imponemos nos impiden disfrutar del cotidiano devenir.
Los pequeños detalles que son los más importantes pilares de la vida y que pueden producirnos sensaciones que nos sorprendan, deslumbren, conduciéndonos hacia una extraña sensación de bienestar.
Esa mortal monotonía que entristece nuestra existencia y que nos oculta verdades tan claras como que debemos caminar con coherencia, dignificando nuestra existencia dejando a un lado esas falsas premisas en el que el falso ego encumbra doblegando la existencia de nuestros semejantes.
No podemos aceptar aquello que no comprendemos en toda su extensión, para ello el estudio es la base fundamental y necesaria. La ignorancia, a veces, es un gran eslabón que es imposible dejar a un lado ni superar, marcando probablemente con secuelas importantes nuestro caminar ya para toda nuestra vida.
El respeto a los demás e incluso a uno mismo es una cuestión de vital importancia.
Amigo, sé…
Cuando llegamos a este mundo rompemos las barreras del conocimiento, pasamos de ser un feto o grupo de células desarrolladas que portan un ADN a un individuo con un cerebro repleto de conocimiento.
Mientras estamos en el útero materno nuestro cuerpo asimila no sólo las características físicas que determinan nuestra apariencia, los genes que portamos de nuestra familia origen definirán nuestro desarrollo celular e incluso mental.
El cerebelo y la ínsula se conforman conteniendo toda aquella información que nuestra madre nos transfiere.
Nacemos, dicen, alumbramos y berreamos. Rompen la calma en la que nos ubicamos durante nueve meses y nos marca ya desde ese momento cero de la existencia según definen erróneamente muchos doctores y/o científicos, el sufrimiento.
Es adecuado a mi entender instaurar práctica más naturales que comprendan el medio acuoso por ser el que nos envuelve desde la fecundación, que no impliquen tal malestar en el transcurrir de la cadena existencial; pudiendo evitarse algunas secuelas postparto importantes.
Somos energía y agua, un equilibrado ying yang que soporta nuestro cuerpo en toda su extensión.
Durante nuestra vida, evolucionamos en todos los sentidos, siempre y cuando no haya alguna enfermedad que delimite y evite dicha evolución.
Crecemos o sea nuestro cuerpo se desarrolla física y hormonalmente; delineándose nuestras características físicas que con una adecuada forma de vida acostumbrándola a una disciplina deportiva, nos acompañará durante los años que dure nuestra vida en la tierra.
La mente, ser superior que nos ocupa cuando con empeño y equilibrio, la cuidamos. Nutrirla es importante para que nuestro ser no se retraiga y quede privado de la excelencia que debería siempre formar parte del ser humano.
El conocimiento nos otorga seguridad que nos ayuda a no ser parte de esa jungla en que se convierte el mundo que habitamos, locura que delimita nuestro paso por determinados sectores de la sociedad que erróneamente se ha edificado.
No significa aislarse sino ser capaz de encontrar nuestra individualidad dentro del grupo, controlando todo aquel mal que pueda acecharnos y malograr nuestro encumbramiento.
Desprendernos de esa piel que nos priva de ser, equilibrar nuestros pensamientos positivizando, mantener esa espiritualidad que nos ocupa erradicando de nuestro cuerpo conceptos como enfermedad.
La voluntad…
La capacidad para controlar nuestra voluntad de ser y/o hacer, siempre que no coarte la libertad del resto de los individuos con los que convivimos, nos convierte en sabias personas.
Aprender a ser lo suficientemente inteligentes para controlar los impulsos especialmente los negativos cuando somos gestores para que no afecte a la toma de decisiones.
Aquello que vivimos sin duda nos marca y nos enseña a ser y a actuar de una manera diferente o al menos adoptando pequeños matices. De todo, sea bueno o malo, aprendemos cada día algo nuevo.
Una lección a veces de humildad con nosotros mismos en nuestro caminar, es lo más complicado de hacer…
Una cita anónima dice “Siéntete orgulloso de cada cicatriz de tu corazón, cada una tiene una lección de vida”
A veces, no nos quedan fuerzas para retomar el camino y es necesario detenerse un momento y afrontar el horizonte. Tener la conciencia de que retroceder o retornar tras un tiempo no es fracasar. La reflexión es una tarea que procrastinamos más de lo debido. Una pregunta tan sencilla y a la vez tan complicada como ¿Hacia dónde vas? El día que conseguimos una respuesta razonadamente valorada, nos sorprenderán muchas de las cosas que acontecen.
Hatha-Yoga práctico
Si nos encontramos en ese estado de bienestar con el cultivo de la mente y de nuestras creencias más íntimas, añadir a nuestra disciplina el cuidado del cuerpo con la práctica de los ejercicios será para nosotros un paso más hacia la consecución de ese objetivo que tantos nos planteamos hoy día, “Sobrevivir en la jungla que es la sociedad de la que formamos parte en este mundo que nos tocó habitar”
El autor las divide en tres partes, dominio del consciente, de la respiración y posturas físicas.
No es necesario acudir a un gimnasio ni tan siquiera a unas clases en el Centro Cultural, aunque también podría ser una manera de sentirnos incluidos en un grupo distinto y por norma, respetuoso.
En casa, en el salón o en jardín si tenemos la suerte de tenerlo. Al principio puede parecer complicado, ir despacio asimilando las posturas y la respiración que es necesario acompañe, es lo adecuado.
Cuando me regalaron el libro, tras ojearlo y pedir permiso para leerlo en las estanterías de un chalet en el que trabajé cuidando unos niños, con 18 años, una lectura tranquila que acompañó a la reflexión y posteriormente a la planificación.
Desde entonces me acompaña, conjuntamente con la meditación es un arma poderosa contra la desidia y fortalece el alma y el cuerpo facilitando el funcionamiento del cerebro.
Se trata de conseguir siempre un equilibrio de las energías que recorren nuestro cuerpo- ying yang-
Aunque resulte extraño o incluso inverosímil, en determinado momentos puede incluso salvarnos la vida. Control una hermosa palabra que debemos aprender a hacerla realidad en nuestro cotidiano devenir.
En un continuo aprendizaje nuestro acercamiento a ese ser superior que habita en nosotros se hará realidad. Constancia y superación.
Concentración, memoria fotográfica entre otras que a los estudiantes ayuda a avanzar mejor. Hay ejercicios para fortalecer o mejorar el funcionamiento de los diversos órganos del cuerpo.
Si os gusta la natación es una manera muy cómoda y eficiente de practicarlo, al final de la sesión de al menos media hora, relajarse en el medio acuoso es muy recomendable y necesario. En un par de meses puedes conseguir sentirte como si fueras parte del agua. Deja de entrar el agua en los oídos, el agua no mueve el cuerpo con el flujo de la corriente y la conciencia se integra con la nada de una manera asombrosa dejando de existir el tiempo.
Conseguir equilibrar los principales centro nerviosos es fundamental para regular correctamente todo el organismo. Regular el tránsito intestinal y una alimentación adecuada y por descontado establecer el número de horas correctas para el descanso.
Para aquellos que quieran profundizar el libro SPORT&YOGA editións Foma en Lousana, Suiza del autor Salvarajan Yesudian es muy adecuado para el principiante pudiendo llegar a ser un experto yoguing.
Las distintas posturas o ejercicios se denominan ásanas que ascienden a 74 programados en 21 semanas.
Los mejores momentos al amanecer o tras la última comida.
Vida, un complicado problema matemático
Miradas sinceras, aquellas que sentimos en nuestro alma.
Momentos especiales que sentimos, erizan la piel.
Sentires, aquella cosa, ser vivo que hace latir el corazón.
Sentimientos, aquellos que desbocan ante un sentir especial, motivo late el corazón y enreda la mente.
Vida un complicado problema matemático, conseguir descomponer en una integral aquellos factores que nos hagan sentir bien; integrales cuyas soluciones no dejan de ser una opción a elegir.
A veces como reseñó un amigo la vida nos sorprende con otra solución distinta y como bien comenta faltarían matices.
Lógica matemática es nuestra mente que lucha por llevar el bastón del mando y aquellos matices que pone nuestro corazón.
Esa eterna lucha entre corazón y mente. Yo defino siempre la vida como una ecuación. El mundo en el que vivimos es un conjunto de ecuaciones cuya incógnita a despejar depende de nuestra decisión.
Nadie ni nada te coacciona, si te equivocas retomas el camino y vuelves a coger la senda. No permitas nunca que nadie te haga sentir mal de hecho o de palabra, seas hombre, mujer o niño.
En algunas ocasiones nos apetece encontrarnos en la soledad del momento con nosotros mismos, pero eso no significa que tengas que sentirte sólo en el discurrir del tiempo que nos ocupa el día.
Enjaularnos no es la solución, buscar amoldarnos a grupos determinados en los que fluyan factores adecuados a nuestras necesidades puede ayudarnos a derribar esos muros virtuales que se llenan de vacío.
Palabras huecas que se encadenan al alma provocando esa vertiginosa sensación de miedo.
Amanece, establecer pautas de vida…
Una nueva oportunidad de sonreír a la vida que no debemos dejar pasar es cada nuevo día que vemos amanecer. Date tiempo para disfrutarlo, para charlar contigo mismo, toma con calma ese café mientras te deleitas.
Lee tranquilo fundiéndote en las letras, baila como si nunca lo hubieras hecho. Sal a la calle, da igual donde te encuentres; playa, montaña, ciudad, bosque y con la mente abierta y tu corazón en la mano, ser voraz.
Encuentra sensaciones, energía, busca esos detalles que son tan menudos que siempre te pasan desapercibidos.
Mira a los ojos cuando hables con alguien, esboza una sonrisa que es bálsamo para el alma.
Se LIBRE, se tú y solamente en ese momento comenzarás a caminar hacia tu luz, empezarás a encontrar aquello que te hace sentir bien.
Quiere pero primero quiere-te
Meditación, renacimiento…
Templo placentero es ese silencio interior que en un momento determinado te envuelve.
Reflexiones de una aprendiz de la vida…
Medito
Vivo y muero en tu silencio,
templo de meditación y encuentro,
ordeno momentos,desordeno sentimientos,
desenredo desconfianzas
para entender otros mundos.
Mi mundo queda en silencio,
para templar mi vida,
sin otro menoscabo,
que la conciencia de aquello,
que no entiendo ni comparto,
que siembra desconfianza,
que duele en el alma.
Reencuentros… El lobo estepario.
Amistad brindada solidificada en el corazón hambriento de inquietudes.
Junto a ti recorriendo esa pasarela encontré mi vida, ese camino por el que discurrir tranquila.
Ser yo misma, sin impaciencias, pero con locura.
Dejé marchar allí junto al mar a ese lobo estepario que se aferraba a mí y comencé mi aprendizaje, en ese caminar, sin maletas que sólo ocupan lugar y pesan, rompí con mi cadena de oro, la cadena de hierro que me ataba a los rencores, prudencias, sentimientos encontrados, momentos obscuros de mi vida.
En mi atardecer, ya casi buscando ese Ítaca en que recalar, cuando en breves años quiera mi vida acontecer, tranquila.
Sólo quiero caminar con aquello que me haga sentir viva, con personas que vibran, que transmiten serenidad y energía.
Quiero bailar en el agua, danzar junto a las estrellas jugar con las hojas de otoño. Quiero ser risas y furia, alegrías y sentires, quiero, sólo si tú lo deseas, amarte, sin ser egoísta, cuando sincronizados nuestros relojes podamos sentirnos aún en la distancia, a pesar de ese tiempo del que ya va quedando poco.
Conclusión
“Mens sana in corpore sano”
Precepto y premisa de nuestros ancestros desde la más remota antigüedad.
@María José Luque Fernández.