La ingeniería juega, desde hace tiempo, un papel fundamental en los proyectos de obra nueva en la costa.
Los desafíos del terreno suelen ser especialmente complicados en según qué zonas debido a la exposición a condiciones ambientales extremas, la amenaza de la erosión costera, el aumento del nivel del mar y la necesidad de proteger el medio ambiente marino cumpliendo los requisitos legales y sostenibles de la ley de costas.
“Llevamos muchos años preparando proyectos de urbanizaciones, viviendas aisladas o edificios en zonas de costa. Es necesario hacer un estudio completo y ofrecer la información a la constructora de cómo salvar cualquier incidente que pueda surgir o buscar la mejor solución en el terreno propuesto” explican desde Delmar, consultoría de ingeniería en Costa del Sol.
¿Por qué es tan importante este trabajo en la costa?
Tal como se ha visto ya en zonas como el Caribe, la zona del sudeste asiático o incluso algunas de las islas españolas, los proyectos deben abordar riesgos naturales como huracanes, tsunamis, tormentas y la subida del nivel del mar cuando el tiempo pone a prueba las estructuras civiles y particulares.
Aunque España, por suerte, no es zona de grandes desastres naturales, la zona sur cada vez cuenta con más movimientos sísmicos y con épocas de grandes lluvias torrenciales. Así, los ingenieros desarrollan estrategias para mitigar estos riesgos, como la construcción de diques, barreras contra inundaciones y sistemas de drenaje eficientes.
Además, también tienen en cuenta las propiedades de los materiales y aconsejan el uso de materiales y tecnología innovadores para resistir la corrosión y el desgaste causados por la exposición al agua salada y las condiciones climáticas extremas. Sin olvidar siempre la minimización de impactos ambientales, la restauración de hábitats naturales y la gestión de residuos.
“Es clave la comprensión profunda de las normativas y regulaciones locales, estatales, así como la obtención de los permisos necesarios para llevar a cabo proyectos costeros para evitar problemas posteriores” concluyen.
Sin duda una nueva forma de entender la construcción para garantizar que, pase lo que pase, será capaz de sobrevivir a las inclemencias y a la casuística particular de zonas donde el mar, en este caso, Mediterráneo, tiene mucho que decir.
Sigue nuestras noticias