- Junqueras asegura que afectará a “todos aquellos” que participaron “de alguna manera u otra” en el “9-N, el 1-O”, los CDR, Tsunami Democràtic y “en algún acto de protesta en contra de sentencias”
El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática en funciones y miembro del equipo negociador del PSOE para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, Félix Bolaños, confirmó en la tarde de este jueves que “todavía se está ultimando” la ley de amnistía con “otras fuerzas políticas”.
Aun “no hay acuerdo”, admitió Bolaños en rueda de prensa en la sede del PSC junto al líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, para dar cuenta del acuerdo cerrado con ERC para la investidura y “garantizar la estabilidad” de la legislatura.
Bolaños dio cuenta de esta falta de acuerdo con Junts, que según fuentes parlamentarias se truncó en las últimas horas por detalles del encaje técnico de la amnistía con el alcance de la misma y las personas a las que afectaría, a la hora de explicar que el acuerdo con ERC tiene una parte de mejora de los servicios públicos y otra en la mejora “en la convivencia”.
«Es una negociación que está en curso», dijo Bolaños, quién pidió ser «discretos» para poder culminar el acuerdo con la formación que lidera el expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont.
A esta falta de acuerdo se aferró el ministro para evitar dar más detalles sobre la iniciativa que se preveía, aunque ahora está lejos, quedase registrada este mismo jueves en el Congreso. «Hasta que no haya un acuerdo completo sobre la ley no puedo pronunciarme al respecto, pero tan pronto como esos últimos detalles que se están hablando con otras fuerzas políticas se cierren entonces podremos explicar en toda su amplitud la ley de amnistía que estamos pactando» y que será una norma, aseguró, que «hará nuestra sociedad más habitable» como es «obligación» de las democracias «fuertes», defendió el ministro.
El ministro comentó que, con la ley de amnistía, regresa “a la política” un “conflicto” que “nunca debió salir de la política” y se apuesta por el “diálogo” como el “modo de hacer política”. Además, ahondó en que una “democracia fuerte es garantizar la convivencia allí donde se fracturó y tomar medidas para superar momentos de tensión social, política e institucional y todo hacerlo dentro del marco de la Constitución”.
Por su parte, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, en una rueda de prensa prácticamente simultánea, puso en valor que la amnistía es “sin exclusiones” y “sin excepciones”, y que en ella tendrán cabida “todos aquellos” que participaron “de alguna manera u otra” en el “9-N, el 1-O”, los CDR, Tsunami Democràtic y aquellas personas que participaron “en algún acto de protesta en contra de sentencias” por el ‘procés’ que “eran injustas”.
No obstante, Bolaños no ofreció detalle alguno de la ley y se remitió siempre a que hay que esperar a que se cierre el pacto con Junts para que se haga público el texto con el que se busca “pasar página” y “abrir una nueva etapa”.
Fuentes de la negociación confirmaron que aun no está cerrado el acuerdo con Junts sobre la ley de amnistía y están debatiendo sobre el alcance técnico de la amnistía, que es “más complejo” que delimitar las personas a las que afectaría.
Precisamente, Puigdemont reunió desde las 12.00 horas en un hotel de Bruselas a la cúpula de Junts, entre ellos la presidenta del partido, Laura Borràs; el secretario general, Jordi Turull; la portavoz en el Congreso, Miriam Nogueras; y el eurodiputado Toni Comín, entre otros, para abordar la ley de amnistía y el acuerdo con el PSOE. La reunión acabó pasadas las 17.30 horas encomendándose a seguir negociando.
La reunión tuvo lugar en el mismo hotel en el que el presidente catalán explicó el pasado 5 de septiembre las condiciones de Junts para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, entre las que se encontraba la creación de un mecanismo de mediación y verificación que aporte “garantías del seguimiento y cumplimiento” de los acuerdos que se alcancen.
En una sala de este hotel estaba preparado un atril y un cartel con el nombre de Puigdemont, pero antes de las 17.00 horas de la tarde los técnicos que estaban esperando allí por si había una comparecencia abandonaron el lugar con todo el material, algo que ya dio a entender que el expresidente catalán no iba a realizar ninguna declaración hoy.
(SERVIMEDIA)