La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, alerta del inasumible recorte en las plantillas de Atención Primaria en la provincia de Málaga por el cese de contratos de profesionales de todas las categorías a principios de octubre. Este tijeretazo en las contrataciones ha dejado situaciones críticas en los centros de salud de la provincia, que no prevén incorporaciones tampoco en noviembre a causa de la falta de presupuesto.
CSIF denuncia que los centros dependientes del Distrito Sanitario Málaga-Guadalhorce se han visto especialmente perjudicados por esta no renovación de los contratos que finalizaron el 30 de septiembre y que ha afectado a todas las categorías profesionales. A este respecto, el sindicato lamenta la falta de transparencia de la Administración sanitaria, que continúa sin informar sobre cuántos trabajadores se han visto afectados por estos ceses, pese a las reiteradas peticiones de información realizadas por esta central sindical.
Entre las categorías que en el ámbito de la Atención Primaria se han visto más afectadas por este recorte de personal están los colectivos de médicos de familia y enfermeros, desbordados tras los ceses.
Como ejemplo, CSIF denuncia que en el centro de salud Cruz de Humilladero hay actualmente tres descubiertos de médicos, a los que se sumará en los próximos días una jubilación; y en el centro de salud La Luz hay dos médicos con cupo asignado cuyos contratos no han sido renovados en octubre. La situación se agrava en algunos municipios del Valle del Guadalhorce con centros más pequeños de difícil cobertura y para los puntos de urgencias.
Esta situación pone en riesgo la asistencia sanitaria a la población de las zonas afectadas, con deficiencias y demoras en las consultas a demanda del usuario, las consultas de programas, las programadas por los médicos de familia, las consultas clínicas y administrativas, las urgencias en horario de consulta y la asistencia telefónica. A este respecto, la central sindical subraya que es imposible garantizar la continuidad asistencial a los pacientes, al tiempo que denuncia que tampoco puede hacerse efectiva la reducción a 35 citas de consulta diarias, establecida por el SAS en Atención Primaria a principios de año.
Esta misma saturación está afectando igualmente al personal de enfermería, que afronta también la campaña de vacunación de la gripe, además de la vacunación frente al Covid-19, tanto en residencias de mayores, como en la programación de adultos.
Todo ello tiene repercusiones nefastas para la calidad asistencial y el funcionamiento de los centros, al aumentar las demoras en la Atención Primaria, que a su vez provocan saturación en los puntos de urgencias y en las urgencias hospitalarias; y multiplicar la sobrecarga de trabajo de los profesionales, que acaban asumiendo ante el usuario responsabilidades que corresponden a la Administración.
Así, la falta de personal médico y de enfermería repercute en el funcionamiento de todo el centro de salud, perjudicando también al resto de profesionales. CSIF señala que el personal administrativo tiene que gestionar las quejas y reclamaciones de los usuarios derivadas del recorte en la atención médica y de enfermería, y el colectivo de celadores conductores, la mayor parte en los accesos de los centros sanitarios, es el primer profesional del SAS con el que contacta el usuario cuando llega.
Por ello, el sindicato advierte del mayor riesgo de que se produzcan agresiones y situaciones violentas en los centros de salud por los déficits en la atención, especialmente hacia estos trabajadores, que muchas veces son el primer eslabón de la cadena de atención sanitaria.
Además de la finalización de estas contrataciones, que han demostrado ser esenciales para garantizar la asistencia sanitaria en la provincia, los centros sanitarios arrastran también la nula sustitución de bajas, permisos, reducciones de jornada, jubilaciones, vacaciones y licencias de los profesionales. Esta falta de contratación afecta a todas las categorías, tanto personal médico y de enfermería, como administrativos, TCAE y celadores conductores, que se ven obligados a trasladarse de un centro a otro para atender descubiertos.
Ante esta situación límite que ha provocado el cese de las contrataciones en la Atención Primaria, CSIF reclama mayor transparencia a la Administración, así como que garantice la incorporación del personal que ha finalizado su contratación antes de que finalice el mes.
A juicio de la central sindical, la falta de presupuesto para realizar contrataciones que aduce la Administración no es un argumento válido mientras se destinan 734 millones de euros para concertar pruebas con la sanidad privada. Por ello, reclama que estos recursos económicos se destinen al Servicio Andaluz de Salud para reducir las demoras asistenciales, aliviar la sobrecarga de los profesionales y garantizar una asistencia sanitaria de calidad a la población.