Veintisiete colectivos climáticos y sociales de la provincia de Málaga toman parte en el ECOFESTIVAL. Esta agenda de actividades, rutas y talleres dio comienzo el miércoles 13 de septiembre en la Sala Marte donde tuvo lugar una jam session y un micro abierto acerca de la resiliencia climática. A este calentamiento de motores, le siguió la primera actividad del ECOFESTIVAL de la mano de Teachers for Future, un club de lectura donde el protagonista fue el libro Primavera Silenciosa de la escritora estadounidense Rachel Carson. Allí, las participantes pudieron compartir sentires acerca de su lectura.
Ahora bien, la gran cita estaba convocada por Fridays for Future a nivel internacional para el día siguiente, el viernes 15 de septiembre, en el marco de la manifestación global por el clima que tuvo su homónimo en 400 localizaciones alrededor del globo y alrededor de una veintena en España.
En Málaga el recorrido comenzó en las Torres de Martiricos, “un lugar simbólico debido a la especulación urbanística y que sirve como ejemplo de la pésima gestión urbana donde las zonas verdes brillan por su ausencia”, como reivindican las activistas. Estuvieron presentes decenas de colectivos unidos por “la necesidad inmediata de una descarbonización rápida, justa y definitiva que atienda principalmente a los principios de justicia climática y social”.
Esta movilización cobra especial relevancia debido a que el anfitrión de la próxima cumbre por el Clima, COP 28 será Emiratos Árabes Unidos quien pretende designar como presidente de la cumbre al jefe de su petrolera estatal (ADNOC).
El fin de semana se presentó también como una oportunidad de ocio alternativo y comprometido con la acción climática desde una cara amable. El sábado, 16 de septiembre, fueron dos las iniciativas que tuvieron lugar.
Por la mañana, una recogida de residuos y urbanos en la playa e incluso submarino con la ayuda de los buzos de Equilibrio Marino en la Misericordia en colaboración con varios colectivos malagueños quienes llevaron a cabo talleres de concienciación con niños de la zona. Por la tarde, Ruta por el clima, un tour por la ciudad a pie con la intención de poner de manifiesto las necesidades de una Málaga con políticas urbanas más verdes y menos desiguales, así como analizar las recientes transformaciones de la ciudad.
El domingo comenzó con el Perripaseo, una original actividad de la mano de la protectora de Málaga. Por la tarde la cooperativa de consumo Merkaético acogió una charla-taller acerca de soberanía alimentaria y ecofeminismos, dos temas de especial relevancia que nos arraigan al territorio y plantean modelos diferentes de consumo agroalimentario. Además de “abordar desde una visión crítica la forma andro y antropocéntrica del ser humano de relacionarse con la naturaleza y con las mujeres, ambas sometidas a la opresión patriarcal”, como explican las organizadoras. Este encuentro terminó con un taller de bordado de la mano de la Asociación por la Agroecología Mediterránea Almunia.
Una vez iniciada la semana, el lunes 18 de septiembre, la jornada estuvo repartida entre un taller de autoreparación sostenible que servía como taller de arreglo de bicicletas y otros vehículos con el fin de darle un segundo uso a objetos dañados, favoreciendo así “una economía circular”.
Por la tarde, la fundación Rizoma impartió una charla sobre refugios climáticos y modelos urbanísticos basados en la naturaleza con el fin de hacer Málaga un lugar más habitable y más capaz de afrontar los múltiples impactos de la crisis climática que ya estamos afrontando y que sabemos de primera mano serán especialmente notables para nuestra ciudad. El ecuador del ECOFESTIVAL plantea “una reflexión sobre qué Málaga queremos habitar frente a la masificación urbanística y la creciente gentrificación” a través de la charla sobre El Modelo Económico malagueño y su sostenibilidad, organizada por la asociación de economía crítica de la UMA.
Las actividades se seguirá desarrollando a lo largo de la semana, culminando el domingo 24 de septiembre. Las activistas defienden que “frente la inacción climática del Ayuntamiento, la ciudadanía de Málaga responde con propuestas que tienen en cuenta a las malagueñas y a las necesidades de un territorio marcado por la explotación turística y el olvido deliberado de la emergencia ecológica y climática”.