La campaña de recolección de la castaña se está iniciando en estos días en determinadas zonas del Valle del Genal con la recogida de las variedades más tempranas. La producción descenderá aún más respecto a la pasada temporada, que ya fue una campaña discreta en cuanto a volumen de producción, aunque la calidad del fruto seguirá siendo excelente.
Según ha explicado Cati Chicón, presidenta de la cooperativa de primer grado ‘San Antonio’ de Pujerra, “siendo muy optimistas la cooperativa de 2º grado ‘Valle del Genal’, que recepciona castañas de productores de Pujerra y Jubrique, estima que este año recibirán un máximo de 150.000 kilos, mientras que en una buena temporada suelen llegar al millón. En el municipio de Jubrique la campaña se dio por iniciada en la jornada de ayer con la recepción de castañas de variedad agosteña. En cambio en Pujerra comenzará previsiblemente a finales de la próxima semana con las variedades gallega y portuguesa.”
Chicón ha indicado que los motivos a los que se achaca esta mala previsión y el importante descenso en la producción son la escasez de precipitaciones durante todo el año unida a las elevadas temperaturas que han debido soportar los castaños de forma prolongada. A esto hay que sumar la merma en la producción de frutos que sigue provocando la plaga de la avispilla del castaño, especialmente en algunas zonas. La reducción de la cosecha no está ligada a la calidad de las castañas, que es excelente en su mayoría, está sana y tiene buen calibre.
En cuanto al proceso que siguen las castañas desde su recolección hasta su comercialización y distribución, en primer lugar los productores llevan sus castañas a las cooperativas de primer grado de Pujerra y de Jubrique, donde se hace un precalibrado del fruto.
A continuación, en la cooperativa de 2º grado se lleva a cabo la esterilización, el calibrado por tamaño y se introducen las castañas en una cámara de 12 a 24 horas. Después los operarios quitan manualmente las castañas que no lleguen en las mejores condiciones y, por último, se envasan según demande el cliente. Posteriormente, la cooperativa se dedica a comercializar el fruto tanto en España como en diferentes países donde es exportado, por ejemplo, Italia, Suiza, Holanda, Portugal, Alemania, Francia o Inglaterra. Se estima que el 50% de castañas se vende en territorio nacional y la otra mitad se envía al extranjero.
La conservación de las 3.900 hectáreas de bosques de castaños que hay en el Valle del Genal es totalmente prioritaria por su incalculable valor medioambiental, paisajístico y también económico, ya que unas 1.500 familias del entorno obtienen parte de sus ingresos de la castaña. En este sentido, la preservación y el respeto por los castañares son imprescindibles para el desarrollo socioeconómico de la zona, ya que este sector es un pilar fundamental del valle que fomenta el arraigo de los vecinos en los municipios, frenando así su despoblación.