De origen malagueño y tras residir en Marbella durante 15 años, Álvaro Gross es un zapatero artesano que en 2021 llegó a Genalguacil para quedarse. Montó su taller y desde el Pueblo Museo diseña y crea, en un proceso totalmente manual, diferentes modelos de zapatos para sus clientes.
Álvaro Gross hace zapatos a medida para ciudadanos de diferente procedencia y nacionalidad que normalmente llegan con una idea de diseño, aunque el zapatero siempre les suele aconsejar sobre el modelo de calzado que mejor se puede adaptar a sus pies.
Para desarrollar su laborioso trabajo Gross hace uso de un sinfín de herramientas, muchas de ellas antiguas y adquiridas en otros países, gracias a las que consigue cortes muy certeros y una excelente precisión en los múltiples aspectos inherentes al proceso de fabricación manual de calzado. De igual modo, en su taller conserva distintas máquinas de coser antiguas que están equipadas con mecanismos de manivela que le permiten adaptar el trabajo y la velocidad de la costura a las necesidades de cada material y modelo.
Álvaro confecciona unos cinco pares de zapatos al mes. En verano suele realizar más mocasines, zapatillas o sandalias, diseños para los que suele emplear tela de saco antiguo adquirida en Francia. Reconoce que el 90% de la materia prima que utiliza es el cuero. Tanto piel vegetal que aporta a sus piezas un envejecimiento progresivo y natural hacia colores más oscuros como piel curtida al cromo, más blanda y maleable, con lo que los zapatos hechos con la misma tienen un envejecimiento más plano.
El proceso de elaboración de sus zapatos comienza con la toma de hasta 11 medidas de los pies de sus clientes, medidas que traslada a una horma estándar a la que añade o quita material dependiendo del tamaño y la forma del pie de cada cliente. A continuación realiza una muestra que prueba el comprador con el objetivo de hacer cualquier modificación que sea necesaria. Esa corrección es trasladada a la horma o al patrón para confeccionar el zapato definitivo.
Tras su etapa en Marbella, donde empezó con una tienda para después montar una pequeña fábrica de zapatos, decidió trasladarse a Genalguacil buscando la tranquilidad, la naturaleza y la serenidad que el pueblo le aporta para continuar con su trabajo. Álvaro Gross reconoce que desea quedarse en Genalguacil indefinidamente y ha resaltado el incesante movimiento cultural del Pueblo Museo, el modo de vida de la gente del municipio, su hospitalidad y la sabiduría de los mayores. Pero Álvaro no es la única persona que en los últimos años ha decidido instalarse en la localidad, ya que ciudadanos procedentes de otros puntos de España y del extranjero están apostando por desarrollar su modelo de vida en Genalguacil Pueblo Museo, entre los que se encuentran pintores, escultores, escritores o fotógrafos.
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