La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, sindicato más representativo en el Servicio Andaluz de Salud –SAS-, alerta de la situación límite en la que se encuentra la plantilla de Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) de la Unidad de Traumatología del Hospital Regional debido a la falta de personal.
El déficit de contrataciones para la cobertura de las vacaciones y bajas, unida a las continuas reubicaciones de profesionales dentro del hospital, ha provocado una saturación insostenible en la plantilla de TCAE, conformada por 21 trabajadores. Durante el mes de agosto han sido trece los descubiertos por vacaciones y bajas, lo que ha provocado que no se haya podido cumplir con la dotación de cuatro profesionales por planta en el turno de mañana, sino que han sido tres e incluso sólo dos los TCAE para atender a los entre 28 y 30 pacientes encamados en Traumatología, en la quinta planta.
La situación no se espera que se solvente en septiembre, ya que actualmente son diez las plazas descubiertas por las vacaciones y bajas, y se desconocen las contrataciones para las sustituciones. Además, CSIF denuncia que el déficit de TCAE en el resto de unidades del hospital hace que de forma habitual los profesionales de Traumatología sean trasladados a otras áreas, unos cambios que llegan a producirse en mitad del turno, provocando serios desajustes y problemas de organización añadidos a la sobrecarga.
La falta de TCAE tiene repercusiones especialmente graves en una unidad como esta, dadas las grandes necesidades de atención que precisan estos pacientes. Así, este sindicato señala que es imposible garantizar el aseo completo a todos los enfermos de la planta con sólo dos profesionales en el turno de mañana, que es el de mayor sobrecarga. La situación ha sido intolerable durante el mes de agosto, cuando los hospitalizados han llegado a permanecer hasta tres días en una misma semana sin aseo completo por la falta de personal.
El aseo es una parte fundamental de la atención médica y desempeña un papel crucial en la recuperación y el bienestar de los pacientes, y precisa un tiempo de dedicación que en estas condiciones no está garantizado, ya que la labor de estos profesionales no se limita únicamente a la higiene superficial, sino que también deben vigilar y observar cualquier signo de desarrollo de úlceras por presión.
Se trata en muchos casos de pacientes pluripatológicos, polimedicados y dependientes, que requieren una atención adicional y cuidados especiales a causa de alguna fractura, y que, además de aseo, deben ser movilizados, para lo que es necesaria la presencia de un celador, que acude desde el retén establecido en Urgencias y que con frecuencia está trasladado a otros servicios.
Resulta imposible proporcionar una adecuada higiene y cuidado de la piel, ya que la carga física requerida para movilizar a estos pacientes excede a la capacidad de un solo profesional. Si no se puede movilizar al paciente, aumenta la posibilidad de que éste sufra úlceras por presión, unas heridas que implican tratamiento específico, medicación y una mayor estancia en el hospital –alargando el tiempo en urgencias o UCI de otros pacientes que esperan cama-, así como posibles complicaciones.
Como siempre, falta de personal
La administración tiene conocimiento de la situación, ya que los propios profesionales afectados han trasladado las numerosas incidencias por distintas vías, preocupados por la gravedad de las consecuencias y exhaustos por la sobrecarga que soportan. Sin embargo, no ha habido medidas para paliar estos problemas, que han hecho llegar directamente a la gerencia del Hospital Regional.
Ningún día del mes de agosto se ha cubierto la plantilla necesaria de TCAE, estando la mayoría de las jornadas al 50% en el turno de mañana, y en todas las ocasiones ha sido comunicado a los responsables directos, que admitían la imposibilidad de solventarlo, pese a la gravedad de las consecuencias para los hospitalizados. En algunos casos, un único profesional se ha tenido que hacer cargo de toda la planta durante varias horas, con el consiguiente riesgo para los pacientes.
Son muchas las repercusiones de la falta de TCAE en la unidad de Traumatología y afectan a multitud de servicios en el centro hospitalario. Toda la atención en este servicio supone un desafío para los profesionales, que no pueden garantizar cumplir con las necesidades de cuidados de los pacientes en estas condiciones, en las que en cada turno se enfrenta la incertidumbre de si podrá llevarse a cabo la asistencia debida.
Por ello, CSIF pide que se realicen las incorporaciones necesarias para cubrir al 100% todos los puestos vacantes, especialmente en el turno de mañana, atendiendo no solo a la cantidad de pacientes hospitalizados, sino también a la complejidad y calidad de los cuidados que requieren. Además, reclama que se garantice la presencia de un celador exclusivamente para la movilización de los pacientes encamados durante los aseos.
Esta central sindical insiste en la incertidumbre y la impotencia de la plantilla ante la situación, y señala que para los trabajadores ha sido devastador afrontar estas condiciones durante el verano, en las que han tenido que soportar igualmente las quejas, e incluso agresiones verbales, a causa de la deficiente atención.
Es necesario que la administración atienda las peticiones para paliar la falta de personal también durante el mes de septiembre y autorice las contrataciones necesarias para garantizar el servicio.