El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, ha visitado las instalaciones del campo de golf Finca Cortesín, en Casares (Málaga), para conocer los preparativos de la Solheim Cup, que se celebrará del 18 al 24 de septiembre próximos. Es la primera vez que España acoge la Solheim Cup, el torneo de golf femenino más importante del calendario internacional y que enfrenta a los equipos de Europa y Estados Unidos cada dos años. A apenas un mes de la cita, se han vendido 82.000 entradas y la organización augura un lleno histórico. Bernal ha señalado que «vamos a vivir un espectáculo inolvidable y su impacto a todos los niveles se está notando desde ya».
Durante el recorrido por el complejo deportivo, el consejero ha estado acompañado por la golfista Noemí Jiménez; los secretarios generales para el Turismo, Yolanda de Aguilar; y el Deporte, José María Arrabal; el director gerente de la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y el Deporte de Andalucía, Lisardo Morán; Gemma del Corral, delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte en Málaga; el General Manager de Finca Cortesín, Vicente Rubio, y Francisco Lancastre, director de golf de Finca Cortesin, entre otros.
El campo de golf ha sufrido algunas modificaciones para adaptarse a las exigencias de la Solheim Cup. El nuevo hoyo 1 permite situar un graderío con capacidad para tres mil espectadores, que permitirá a la afición estar muy cerca de las jugadoras.
En cuanto a la previsión de visitantes, Bernal ha recordado que «se han vendido 82.000 entradas, es una cifra récord, y es especialmente relevante que en el reparto de esas entradas el 50% vienen de Reino Unido y Escocia. Y también es importante que la media habitual de visitantes de EEUU era de un 2% y se ha alcanzado el 6%».
El consejero ha cifrado el impacto mediático de la Solheim Cup en «doscientos millones de euros. También esperamos unos 300 millones de euros de impacto directo e indirecto. Estamos hablando de un impacto global de unos 500 millones de euros, con un evento que no solo va a colocar a Andalucía y a Málaga como lugar de referencia, si no que generará un nuevo icono de los campos de golf campos a nivel mundial», ha dicho en referencia a Finca Cortesín, como ya sucedió con las instalaciones de Valderrama con la Ryder Cup de 1997.
Bernal también ha querido resaltar la especial sensibilidad de la Junta de Andalucía y de la industria del golf con la sequía. En este sentido, ha explicado que «el 80% de los campos de golf en Andalucía riegan con agua regenerada. Y el resto que no tienen posibilidad de hacerlo, están regando con agua no potable. Por lo tanto, es un mito y hay que explicarlo bien: ningún campo de golf en Andalucía está regando con agua potable. Es un grandísimo esfuerzo que se ha hecho por parte de la industria del golf».
Respecto a la participación española, ha recordado que «contamos con Carlota Ziganda ya dentro del equipo europeo; y esperamos contar con una segunda jugadora andaluza, Ana Peláez, que depende de cómo lo haga en estas semanas, especialmente en el Open Británico. Podremos contar con ella si alcanza a posicionarse en los dos o tres primeros puestos. Sería un grandísimo resultado y tendríamos a una jugadora local, lo que seguramente concitaría muchísima más expectación y atención de la comunidad local, que de forma masiva va a atender este torneo».
Los equipos están conformados por 12 jugadoras cada uno y el proceso de selección comprende la clasificación mundial, el ránking LET y la libre elección de integrantes por parte de las capitanas. El combinado Europeo está liderado por Suzann Pettersen y Estados Unidos por Stacy Lewis, encargadas de perfilar la composición de los equipos que se enfrentarán por el trofeo intercontinental. Europa ha vencido en cuatro de las seis últimas ediciones de la Solheim Cup, incluida la emocionante victoria de 2019 en Escocia (Gleneagles).