Renfe acaba de comunicar al comité de empresa que a partir del 12 de agosto la venta de billetes y atención al público en la estación de Antequera Santa Ana pasa a ser gestionada por el low cost, eliminando seis nuevos puestos de trabajo en la provincia de Málaga en la empresa pública.
Mientras CGT se moviliza en solitario frente a las políticas destructivas de empleo de RENFE en la provincia de Málaga, la empresa demuestra que no va parar y acomete en pleno mes de agosto un nuevo recorte de plantilla, en esta ocasión dentro del colectivo de comercial y atención al cliente, un colectivo que cuenta con muchas compañeras/os trabajando fuera de Málaga y que con esta actuación ve frustradas las expectativas de su derecho a la movilidad y poder trabajar en su tierra derivado de una política abrasiva contra el empleo público.
Esta nueva provocación de la Dirección de RENFE no puede quedar impune y desde CGT se ha realizado un llamamiento al resto de Sindicatos con presencia en el comité de Empresa para hacer frente a este nuevo atropello, aunque siendo conscientes de los intereses espurios que mueven a las organizaciones conniventes con la empresa, poco o nada esperamos de ellas.
Este aviso de actuación instantánea por RENFE impide que se pueda actuar sindicalmente antes del 12 de agosto, pero no impide poner en marcha la vía judicial en la que ya trabaja la asesoría jurídica de CGT, no descartándose nuevas movilizaciones en las que junto al desmantelamiento de talleres, la falta de personal de intervención en los trenes… podamos unir la desertización de personal de comercial en las estaciones y con ello dar continuidad a las huelgas llevadas a cabo los pasados meses de junio y julio.
Mientras al personal ferroviario se les aplican duras restricciones económicas perdiendo un 10% de poder adquisitivo entre 2022 y 2023, supuestamente a cambio de internalizar cargas de trabajo y aumentos de plantilla en RENFE, la realidad es tozuda y se demuestra que el acuerdo marco para la modernización de las administraciones del siglo XXI suscrito por los sindicatos del sistema y el gobierno solo va a servir para meter la mano en el bolsillo a las trabajadoras y trabajadores quedando en el baúl de los recuerdos los incrementos de personal y la retribución del aumento de productividad de los últimos años derivada precisamente de la falta de personal.
CGT no puede mirar a otro lado y, aunque sea en solitario, va a seguir intentando recuperar los niveles de empleo en el sector ferroviario en la provincia de Málaga, pese a quien pese, para frenar el desmantelamiento del ferrocarril y que el desierto de puestos de trabajo y trenes no siga incrementándose en nuestro territorio.