Si el PP quiere votos, que es bueno y loable, que salga a la calle, que convenza a los futuros electores, que haga oposición como Dios manda… Siempre he pensado que “las ideas políticas de un hombre son sus hechos”. Todo esto y mucho más lo puede conseguir el PP…
A uno le parece, y hablo de España y con el corazón en la mano, que no sería malo que surgiera–en nuestra querida Nación española–un partido político de matiz liberal, que sirviese para encarrilar–de una vez por todas–, nuestra incipiente democracia, que se haya dirigida por Pedro Sánchez, presidente del Ejecutivo español–del PSOE–, que flaco favor le está haciendo a la democracia española. Ahora es la hora de Alberto Núñez Feijóo: Y no olvide-señor Núñez Feijóo- nunca jamás que “las ideas políticas de un hombre son sus hechos”.
Creo en el Liberalismo Político que siembre de ideales firmes y verdaderos las mentes de nuestra juventud, que es el futuro del mañana. Si creo, y siempre he creído, en el liberalismo político que fomente la actividad económica en todas sus formas.
Si creo, y siempre he creído, en el liberalismo político donde todas personas sean iguales ante la Ley (suprimiría los aforados), y donde exista fehaciente una democracia libre con división de poderes (el poder judicial libre, en el amplio sentido de la palabra).
Si creo, y siempre he creído, en el liberalismo político que defiende a “la familia” como cota superior de la vida asociativa: matrimonio hombre/ mujer, uniones de contratos sentimentales hombre/ hombre, uniones de contratos sentimentales mujer/ mujer, parejas sentimentales…En todo esto creo y mucho más. El concepto de deber y amor debe supervivir en todas las relaciones humanas.
La inteligencia artificial está empezando a reemplazar con trabajo barato a los trabajadores de cualquier empleo, con consecuencias similares para millones de personas. Siempre y cuando deseen prepararse para el cambio…todo irá bien. Puede ser que esta inteligencia artificial siga evolucionando por su cuenta y riesgo, y siguiendo este imperativo de creación…acabe destruyendo la civilización que hemos creado y que tanto nos ha costado llegar a ella. Todo esto y mucho más lo puede conseguir el PP…
Albert Camus, en su discurso y al recoger el Premio Nobel de Literatura en 1957, dijo: “Sin duda, cada generación se siente llamada a reformar el mundo. La mía sabe que no lo reformará, pero su tarea quizás sea aún mayor. Consiste en evitar que el mundo se destruya a sí mismo”.
En mi breve vida he sido testigo de más cambios que los que presenciaron mis abuelos en setenta, ochenta o noventa años de existencia terrenal. Pienso que no estamos en este mundo para ser felices, sino para merecerlo. No vale la pena ser feliz, dando la espalda a los que van a quedar desamparados por falta de oportunidades de trabajo. Todo esto y mucho más lo puede conseguir el PP…
Sigo pensando que nuestra juventud envejece…sin llegar a ese puesto de trabajo tan merecido-sus estudios-, y ansiado tantas veces. Nuestro cerebro, nuestro corazón…han de envejecer con el paso del tiempo, pero-insisto-nuestra juventud está envejeciendo antes de tiempo…amparada por las drogas, por el consumo desordenado de bebidas tóxicas y sobre todo por la falta de oportunidades para conseguir… ¡ese puesto de trabajo…!, que les convertirá mañana en hombres de provecho, dignidad y sabiduría. Todo esto y mucho más lo puede conseguir el PP…
Hay que desarrollar unas políticas de juventud, que son necesarias actualmente y no las hay. Cuando empieza y cuando acaba la juventud nadie se acuerda de limitar plazos de entrada y salida. Nuestros jóvenes están viviendo en los momentos actuales con sus abuelos, que los cuidan, los visten y los dan de comer. Para muchos de ellos el aquí y el ahora es un problema gordo que nadie desea resolver. Todo esto y mucho más lo puede conseguir el PP…Hay distintos puntos de vista para describir la juventud. Si comenzamos por el aspecto biológico, la juventud viene marcada por la pubertad y todas las trasformaciones biológicas desde la etapa en que fue niño.
“Me duele España…”, que decía Miguel de Unamuno, cuando comprobaba “in situ” lo mal que marchaba el país, y lo poco que se pensaba. !Qué bien viven los políticos! En esta España que se ampara en el “banco de los favores” , para nombrarlos ¡Votemos! Es nuestra obligación cívica. Pero uno se pregunta a quién votar: Tal y como están las cosas en nuestro país llamado…España, uno entiende que hay que votar “PP”.A veces el voto en blanco puede y debe servir de castigo y recuerdo, para aquellos que desconocen que gobernar es un arte, y como tal hay que practicarlo: mal o bien, pero desarrollarlo…
La Coruña, 22 de julio de 2023
©Mariano Cabrero Bárcena es escritor
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