El arte de ahorrar dinero es una habilidad que todos deberíamos dominar para conseguir una vida financiera estable y próspera. Sin embargo, muchas personas se sienten abrumadas cuando se trata de organizar su nómina (o sus ingresos) y asignar fondos a diferentes aspectos de sus vidas. Aunque existen numerosas estrategias y reglas para organizar nuestras finanzas, Manuel Alonso, director comercial y consejero de OVB Allfinanz España, nos propone tres reglas efectivas que pueden ayudar a simplificar este proceso y garantizar que el dinero se gaste y se ahorre de manera equilibrada y estratégica.
Una de las reglas más utilizadas es la regla del 50/30/20. Esta regla divide tu nómina en tres categorías principales: necesidades, deseos y ahorros. Según esta regla, el 50% de tus ingresos debe destinarse a cubrir tus necesidades básicas, como el alquiler o la hipoteca, los servicios públicos, la comida y el transporte. Estos son los gastos esenciales que deben abordarse primero para mantener tu calidad de vida y bienestar.
El siguiente 30% se asigna a tus deseos y preferencias personales. Aquí es donde puedes disfrutar de pequeños lujos y placeres, como salir a cenar, ir al cine o comprar ropa nueva. Este porcentaje te permite disfrutar de la vida sin comprometer tus objetivos financieros a largo plazo. El último 20% se reserva para el ahorro y la inversión. Debes utilizarlo para crear un fondo de emergencia que te proteja en tiempos difíciles, y una vez creado, para invertir en opciones que te generen mayores rendimientos a largo plazo, como fondos de inversión, por ejemplo.
La regla 40/30/20/10 se centra en una mayor división de tus ingresos. El 40% se destina a los gastos fijos mensuales, como el alquiler, los suministros, la comida, el transporte y los gastos relacionados con los niños. El siguiente 30% se asigna a operaciones financieras que te ayuden a mejorar tu rentabilidad a medio y largo plazo. Esto implica invertir en instrumentos financieros como acciones o bonos. Al hacerlo, puedes hacer crecer tu dinero y asegurar un futuro financiero más sólido.
El 20% se reserva en una cuenta corriente para crear un colchón de emergencia. Este fondo de seguridad te brinda tranquilidad en caso de que ocurran situaciones inesperadas, como una enfermedad repentina o la pérdida de empleo. Es fundamental tener un respaldo financiero que te permita superar estos obstáculos sin caer en dificultades económicas. A continuación, el 10% se destina a gastos discrecionales. Este porcentaje te permite darte pequeños caprichos y disfrutar de las cosas que te brindan felicidad. Ya sea un viaje, una cena especial o cualquier otro pasatiempo que disfrutes.
Por último, la regla del 70/20/10 se enfoca en asegurar que la mayoría de tus ingresos se destinen a cubrir tus gastos fijos mensuales. El 70% de tus ingresos se utiliza para cubrir tus gastos fijos mensuales esenciales que necesitas conservar para mantener tu nivel de vida.
El 20% de tus ingresos al ahorro e inversión. Destinas este dinero a un fondo de emergencia, ahorros a largo plazo y a inversiones que te generen beneficios económicos en el futuro. Por último, el 10% restante se destina al ocio y la diversión. Es importante recordar que el disfrute también forma parte de una vida equilibrada, y destinar un porcentaje de tus ingresos a ello te ayuda a mantener una actitud positiva hacia tus finanzas.
Estas reglas son una estrategia flexible que se adapta a las necesidades y prioridades individuales. Puedes ajustar los porcentajes según tus circunstancias personales y metas financieras. Lo fundamental es mantener un equilibrio entre tus gastos básicos, el ahorro para el futuro y el disfrute del presente.
Al seguirlas, estarás estableciendo una base sólida para administrar tus finanzas de manera responsable y lograr una mayor estabilidad económica a largo plazo. Recuerda que la disciplina y la consistencia son clave para alcanzar tus objetivos financieros y disfrutar de una vida plena y equilibrada.